Solomillo a la pimienta rosa, por Ricardo Fernández
Ricardo Fernández llega tarde. El avión del viceconsejero de Turismo se ha retrasado y le resulta inevitable someterse a las consecuencias que todo viajero vacacional ha padecido alguna vez en los aeropuertos españoles. Y eso que llega cargado con una receta “muy rápida, muy sencilla”, pero de esas es la que es necesario medir los tiempos. Se adelanta, no obstante, unos meses y propone en Ahora Verano, de CANARIAS AHORA RADIO, un plato que “queda muy vistoso para la época de navidad”.
SOLOMILLO CON PIMIENTA ROSA
- Un solomillo de 1 kilo.
- 2 cabezas de ajo enteras
- Sal
- Pimienta negra recién molida
- Pimienta rosa en grano
- Romero fresco
- Aceite de oliva
Nivel de dificultad: “Muy rápido, muy sencilla y queda tambié”.
Preparación: Antes de comenzar con las instrucciones, Fernández insiste en que, como buen viajero y navegante la receta “no es original”. “La encontré en Internet”, dice el viceconsejero, que reconoce que el plato le ha resuelto más de un apuro y le ha dejado en buen lugar ante sus comensales invitados. Prosigue y advierte de que, la primera tarea, es “quitar las partes de las venas y eso para que la carne cuando se ponga al fuego no se ponga dura”. Después, deja claro que la cocina también tiene algo de estudio de manualidades: “A las dos cabezas de ajo enteras les vamos a cortar la parte superior, con un poco de papel de platina vamos a hacer un saquito con cada una de ellas, metiendo un dedo para que haya una especie de chimenea”, una vía para que escape el vapor y por la que, antes de ponerlas al horno, se deja escurrir un chorrito de aceite. Después, se hornean durante unos cuatro minutos a 180 o 190 grados, y se aprovecha ese tiempo para elaborar un “polvo seco” mezclando en un cuenco la sal, unas cucharitas de pimienta negra “recién molida”, al gusto, el romero picado y tres o cuatro cucharitas de café de pimienta rosa en grano. Aguarda ahora lo más entretenido: “Sacamos las cabezas de ajo, esperamos a que se enfríen un poco y en otro cuenco estrujamos esas cabezas con la mano”. El resultado debe ser una especie de “pasta” a la que se añaden dos o tres cucharitas de aceite bien untado, hasta crear una “mantequilla” con la que aderezar el solomillo para que se adhiera el majado que se espolvorea sobre la carne. Y de ahí, al horno hasta sacarle el punto, una media hora para aquellos a quienes, como al viceconsejero, les guste la carne poco hecha.
San Cristóbal de La Laguna, patrimonio de la humanidad
Como no podía ser de otro modo, Ricardo Fernández se suma a la campaña del “yo me quedo” y propone viajar a un lugar próximo a su propia residencia: “la ciudad patrimonio de la humanidad de San Cristóbal de la Laguna”. “Tiene un encanto especial el pasear prácticamente a caulquier hora del día”. El responsable del turismo canario invita a admirar no solo la arquitectura “tan bien conservada” del centro de la ciudad, si no disfrutar también su “comercio atractivo” y la “multitud de sitios para tomar un café, una tapa o almorzar”.
Tras un paseo en coche y a pie para echar un vistazo al camino de Santiago, la iglesia de la Concepción y calle Herradores, hasta la catedral, y más allá, invita a quedarse en los alrededores de la iglesia de Santo Domingo en la tasca El Anticuario, solo uno de los muchos sitios que le gusta frecuentar. “En Canarias, en general, se come muy bien”, apunta, “pero siempre hay que ir de la mano de los locales que te enseñan esos sitios que se salen un poco de lo habitual”. Y más en una ciudad en la que es un gusto pasear por el centro peatonalizado, una iniciativa municipal que, según Fernández, acaban agradeciendo comerciantes, vecinos y usuarios: “Al final, cuando terminan las obras y se ven los resultados todo el mundo aprovecha para pasear y disfrutar”.