La vuelta al mundo en cuatro platos
Cuando uno viaja a Londres, uno de los corazones de Europa, es preceptivo detenerse en uno de los puestos callejeros del barrio chino, pedir un enorme y grasiento dim-sun y terminar de recorrer los escaparetes de los que cuelgan patos listos para ser cocinados dando bocados a esa gran bola de harina rellena de carne. Esa es solo una de las formas de viajar a pequeños mundos dentro de un país. Este fin de semana, repitiendo la experiencia del año pasado, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se ha propuesto concentrar casi todos los mundos culinarios (25 concretamente) dentro de una plaza.
La segunda edición del Cine+Food en la capital grancanaria ofrece una vuelta por los cinco continentes para abrir boca durante este viernes y sábado por la noche. La mejor opción es dar una vuelta por los numerosos puestos que rodean la plaza y diseñar un menú a medida en función de qué países se quieran explorar. Eso sí, a la hora de ponerse manos a la obra y catar tanta propuesta internacional, es conveniente intentar eludir el retumbar de los altavoces de la gran pantalla de cine y a la muchedumbre que parece desplazarse de un lado a otro buscando propuestas del agrado.
CANARIAS AHORA se traslada al Magreb y vuela hasta el Lejano Oriente para diseñar una carta ajustada en precio y rica en sabores. Como entrantes, media ración de sushi (o makis, si se prefiere) en el puesto japonés, donde lo sirven por tres euros y rico en wasabi. Es importante recordar que deben pedirse allí los palillos, porque cuando se llega a la caseta thailandesa se habrá perdido la oportunidad. Precisamente allí se pueden conseguir por otros tres euros unos wantún con salsa agridulce de chili rojo que enseñarán al comensal a hallar las diferencias con sus primos chinos. Como plato fuerte, un cuscús marroquí por otros tres euros y, para terminar con algo dulce, en la heladería italiana es recomendable probar el sandwich de vainilla hecho con cookies por dos euros. Un billete de 11 euros a cuatro países distintos. Pero esto no es más que un paseo con un menú. Quedan otros tres días para descubrir infinidad de rincones a golpe de tenedor.