BBVA estima que la banca tiene que cerrar 8.000 oficinas
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
BBVA Research estima que el sector financiero español aún tiene pendiente cerrar unas 8.000 oficinas, alrededor de un 26% del total, lo que implicaría recortar las plantillas en unos 35.000 empleados (el 15% del total).
En el último número de 'Cuaderno de Información Económica' que publica la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), los economistas jefe del servicio de estudios de BBVA Santiago Fernández y Jorge Sicilia argumentan este recorte de personal bancario en la consecución de un ratio de coste sobre ingresos cercano al 40% en todas la redes bancarias. Este porcentaje es el alcanzado por las redes más eficientes en España.
De esta forma, con el ajuste de 5.000 oficinas desde los máximos alcanzados en 2008, BBVA Research eleva el cierre de sucursales a 13.000 oficinas. “El sistema financiero español adolece de un exceso de capacidad que solo se ha corregido parcialmente”, subraya el servicio de estudios del 'banco azul'.
BBVA Research también advierte, como ya hiciera este mismo miércoles la CE, sobre el saneamiento del crédito hipotecario y del ligado a las pymes. Así pues, reclama “prestar atención” a este segmento, al no descartar un “aumento adicional” de la morosidad ante el deterioro de la situación económica.
“La resolución adecuada del proceso de reestructuración del sector financiero es crucial para sentar las bases de la recuperación económica y la asignación de crédito a la demanda solvente”, avisa el servicio de estudios.
En este sentido, considera que la reactivación de la financiación destinada a las pymes se erige como un “componente esencial” para discernir cualquier salida de la crisis, ya que las pymes generan el 80% del empleo en España.
SIN LIQUIDEZ “INDEFINIDA” DEL BCE.
En cuanto a la liquidez facilitada por el BCE al sistema financiero europeo a través de dos megasubastas, BBVA Research asegura que éstas han resultado “claves” para solventar una situación “muy difícil” en los mercados financieros, si bien apunta a que se trata de una solución “transitoria”.
“No es posible que el mercado interbancario dependa indefinidamente de la intermediación del BCE”, advierte.