Canarias se convierte en referente mundial en la energía del hidrógeno
“En el futuro, el principal combustible será el hidrógeno”, así lo afirma Juan Ruiz Alzola, director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información y consejero delegado del Instituto Tecnológico de Canarias. El ITC se ha convertido ya en un referente mundial tras la inauguración esta semana de dos plantas demostrativas de generación de hidrógeno a partir de energías renovables, en Pozo Izquierdo, al sur de Gran Canaria.
En la revolución energética, el hidrógeno tendrá un papel clave ya que presenta una oportunidad para almacenar energías renovables, que son fuentes intermitentes y fluctuantes que no se adaptan a la demanda de energía de la sociedad. Lo mejor de todo es que en el proceso de obtención de hidrógeno, a través de energías renovables, y su posterior uso intervienen agentes no contaminantes.
En las dos plantas de producción y almacenamiento de hidrógeno, recientemente inauguradas por el Gobierno de Canarias, se trabaja para obtener la fórmula perfecta de conseguir una energía limpia, renovable y duradera. Ambas instalaciones aprovechan la energía derivada del viento y del sol para producir hidrógeno, sin más huella ecológica que el vapor de agua.
En un futuro a medio plazo, el hidrógeno coexistirá con otro tipo de combustibles como el gas natural o el petróleo y se cree que en torno al año 2050 ya pueda estar implantada una economía basada en el hidrógeno como combustible principal. Juan Ruiz puntualizó que “se trataría de una sociedad donde construyésemos muchos sistemas de obtención de energías renovables y las gasolineras se convirtieran en hidrogeneras”.
Semana Internacional
El Instituto Tecnológico de Canarias ha acogido estos días la Semana Internacional del Hidrógeno que, del 23 al 26 de octubre, reunió en Pozo Izquierdo a expertos de todo el mundo en la producción de hidrógeno con energías renovables y su almacenamiento, como alternativa a los combustibles fósiles, en vías de agotamiento.
Según Eli Varkaraki, miembro del Centro de Energías Renovables y Tecnologías del Hidrógeno (CRES) en Grecia, “lo mejor de este congreso ha sido el poder ver el comienzo de una unidad piloto en la producción y almacenamiento de hidrógeno a través de energías renovables. Hemos tenido un intercambio muy enriquecedor con todos los expertos sobre esta materia”.
Felipe Rosa, presidente del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), indicó que este tipo de congresos “nos permiten alimentarnos los unos a los otros y marcharnos teniendo claro cuál va a ser el trabajo que tenemos que hacer en los próximos meses. Lo más importante de todo este encuentro es que se van abriendo puertas que van dando continuidad a este proyecto”.
El objetivo es muy claro: buscar una alternativa menos contaminante a los combustibles fósiles, y en concreto al petróleo. En Canarias tenemos un gran problema y es que cuesta mucho más producir la energía, por lo que ésta aquí tiene que estar subvencionada.
“Lo principal para un desarrollo sostenible es el ahorro de energía y promover al máximo las energías renovables, pero con eso no basta porque este tipo de energías tienen varias limitaciones y una de ellas es que son muy fluctuantes”, indicó Juan Pedro Sánchez, viceconsejero de Industria y Energía del Gobierno de Canarias. Sería muy costoso lograr que estas centrales de energías renovables lograran satisfacer la demanda de energía del Archipiélago y hacerlo autosuficiente en lo que a energía se refiere, para lo cual hay que crear estrategias y predecir el viento y el sol.
Las transiciones en los sistemas energéticos son muy lentas porque tienen mucha inercia: “sólo hay que recordar lo que costó pasar de la gasolina a la gasolina sin plomo. Imagina cómo será pasar de la gasolina al hidrógeno”, explicó Gonzalo Piernavieja, director de la División de Investigación y Desarrollo Tecnológico del ITC. La Unión Europea ha previsto que en 2050 la sociedad ya no funcione con carbono, de tal forma que podríamos hablar de una sociedad “descarbonizada” que contamine mucho menos.
La energía es el gran motor de la economía mundial. Todos sabemos que los combustibles fósiles son limitados y las estadísticas apuntan a que cada vez se irán encareciendo más, aunque nadie sabría decir cuándo terminará este proceso. Por ello, es el momento de ir pensando en otras claves y replantearse los sistemas energéticos, algo que requiere un componente social fuerte.
“En la sociedad del futuro en Canarias, cada isla tendrá sus centrales de producción de energías renovables: contaremos con parques marinos, sistemas de producción de energía a través de la fuerza de las olas, centrales solares termoeléctricas y todos los tejados de las casas estarán cubiertos de paneles”, explicó Gonzalo Piernavieja.
Desalación del agua
Las instalaciones dedicadas a la producción de hidrógeno a través de energías renovables que existen actualmente en el mundo pueden contarse con los dedos de la mano. “Es muy interesante ver lo que estáis haciendo en Gran Canaria al utilizar las energías renovables para la obtención del hidrógeno, no sólo por la electricidad sino también por la desalación del agua”, indicó Mary Gillie, miembro del EA Technology británico.
No obstante, hay quienes no ven con buenos ojos la futura llegada del hidrógeno a largo plazo e inciden en sus condiciones negativas. Según los expertos “éste no es más peligroso que otros gases sino que tiene otras propiedades: no se ve, no huele, etc”. Las condiciones de seguridad serían, por tanto, muy parecidas. “Es cierto que es muy explosivo pero por ejemplo cuando esté en un coche sale hacia arriba y no se encharca como haría la gasolina provocando una explosión”.
Ante el cambio climático y la futura crisis energética mundial cuando se agoten los combustibles fósiles, el almacenamiento de la energía en el futuro, sea cual sea su procedencia, es otro de los grandes problemas a afrontar. Una alternativa que cada día es más viable y que es considerada como la fuente de energía del futuro son las llamadas pilas de hidrógeno, que ya son una realidad. Se espera que en el futuro sean capaces de sustituir a las pilas convencionales de metales pesados.
La revolución energética del hidrógeno se basa en estas pilas de combustible que son los dispositivos que generan la electricidad a partir del hidrógeno (u otros combustibles ricos en hidrógeno como el metanol). Constan de dos partes separadas por un electrolito y el metal catalizador de la reacción cuyo resultado es la obtención de agua y energía, utilizando como base el hidrógeno, y el oxígeno del aire. Su eficiencia es un 50% mayor al de un motor de combustión, que ha sido la aplicación tradicional de este gas, como en los cohetes espaciales.
Viento y sol
El mayor problema con el que se encuentra la futura economía basada en el hidrógeno como combustible y vector energético es precisamente la producción del hidrógeno. Ésta se puede clasificar de dos formas, por un lado a través de hidrocarburos principalmente, lo cual, si bien reduce el CO2 vertido a la atmósfera, no es totalmente ecológico, y el hidrógeno conocido como “hidrógeno verde”, que tan solo representa el 4% del total producido.
Este hidrógeno procede de la disociación de las moléculas de agua en oxígeno e hidrógeno y necesita una gran cantidad de energía para disociar ambos elementos. La pregunta es por tanto de dónde sacar esa energía. Es precisamente ahí donde el ITC marca la diferencia: el viento y el sol son gratis, y precisamente en Canarias podemos contar con ellos todo el año.
Las aplicaciones o usos del hidrógeno en el futuro podrán ser de dos tipos: móviles (automoción) o estacionarias (cámaras de vídeo, fotos o cualquier otro tipo de dispositivo electrónico e incluso, el suministro energético de una casa). La idea sería poder contar en casa con hidrógeno almacenado, de tal forma que éste pueda satisfacer toda la demanda energética de la vivienda.
“Estamos en un momento de transición, pero aquí esa transición será más rápida gracias a estas instalaciones”, explicó Piernavieja. La semana pasada, el ITC creó en Bruselas La iniciativa del hidrógeno en islas“, junto a varios expertos de Naciones Unidas. Esta es una iniciativa mundial para fomentar que las regiones insulares se animen a participar en estos proyectos en torno al hidrógeno. ”La idea es ser lo más autosuficientes posible, de forma siempre sostenible“.
El principio básico de todo esto es el ahorro, algo que hay que fomentar sobre todo en los más pequeños. “El ahorro es la primera energía renovable”, explicó el viceconsejero de Industria y Energía del Gobierno de Canarias. En el extranjero, un niño de cinco años sabe que tiene que cerrar el grifo para no malgastar el agua, apagar las luces cuando no se necesiten, etc. “Se trata de concienciar a la sociedad para poder llevar a cabo una mejor planificación de la energía”.
Según la Unión Europea, en 2020, el 10% de los coches funcionarán con hidrógeno. Eli Varkaraki se mostró escéptica ante el hecho de que esto pudiera ser una realidad. “No será algo instantáneo pero sí será algo que se pueda lograr algún día. Quizás en 2030 ó 2040”.