La crisis merma la solidaridad española

Las ONG y Agencias Humanitarias que trabajan en España son conscientes de que la crisis económica puede afectar seriamente a los ingresos que perciben de socios y colaboradores y, de hecho, algunas ya han empezado a notar los efectos, aunque la prueba de fuego llegará con las Navidades.

“Nos hemos dado cuenta de que la gente lo primero que corta son los gastos que no les afectan directamente y que no les reportan un beneficio tangible”, asegura, en declaraciones, la responsable de captación de socios de la Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) Ayuda en Acción, Arancha Solana.

Esta organización, que tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de las familias de los países más desfavorecidos de América, Asia y África, ha atravesado en el primer trimestre del año un “bache importante”, en el que se paralizaron las altas y se incrementaron las bajas de socios, debido, en la mayoría de los casos, a motivos económicos.

Aunque Ayuda en Acción entiende que, por el momento, esta “crisis” no es tan grave como para replantearse su estrategia, ya está pensando en ofrecer alternativas para que los socios que están atravesando dificultades económicas no se desvinculen de la organización, como pueden ser reducciones de cuota -cuya media es de 21 euros al mes- o incluso la paralización de la contribución durante un periodo.

Se incrementan las bajas de los socios

Una situación parecida ocurre en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), donde las bajas de los socios se están incrementando, aunque no de un modo especialmente alarmante.

La coordinadora de ACNUR en Andalucía, Esperanza Belmonte, comenta que el principal motivo por el que los socios se dan de baja de esta asociación -que tiene 28.000 colaboradores en España y cuya cuota habitual es de 10 euros al mes- es el económico, ya que “algunos dicen que están mal de dinero o incluso que se han quedado sin trabajo”.

Por su parte, Cruz Roja Española no está experimentando una reducción de socios, como demuestra el hecho de que si en 2007 se alcanzó la cifra de 810.000 colaboradores, en lo que va de año ya suma 825.000.

“Seguimos creciendo, aunque es cierto que a menor ritmo que otros años”, ha dicho el director del departamento de Captación de Fondos, Jaime Gregori, quien cree que con la crisis “todo se ha moderado un poco”, aunque de momento no está teniendo importantes efectos debido, entre otras causas, a que la cuota media no es muy elevada y se sitúa en unos 55 euros al año.

“Las ONG que tienen cuotas más altas están notando los efectos de la crisis”, afirma Gregori, quien sin embargo reconoce que Cruz Roja Española está percibiendo menos donaciones de carácter extraordinario, aquellas que se captan en campañas de recogida de fondos para situaciones de emergencia.

Por su parte, la responsable de prensa de la Fundación Vicente Ferrer -una organización comprometida con el proceso de transformación de una de las zonas más pobres y necesitadas de la India, Anantapu-, Ana Belén Cañaveras, reconoce que es “evidente” que ha habido un freno en las colaboraciones, que no han aumentado al mismo ritmo que otros años, aunque en absoluto se ha registrado un aluvión de bajas de socios.

La prueba de fuego llegará en Navidad

En cualquier caso, la prueba de fuego llegará en Navidad, periodo del año en el que las organizaciones humanitarias captan al grueso de sus colaboradores.

Así, la agencia de Naciones Unidas que tiene como objetivo garantizar el cumplimiento de los derechos de la infancia, UNICEF, atrae en España a unos 15.000 nuevos socios en este periodo del año, mientras que en un mes normal el número de las altas se sitúa en 1.400.

“Hasta ahora no estamos notando la crisis, pero que no haya pasado todavía no quiere decir que no seamos enormemente conscientes de la situación. El momento clave será las Navidades”, asevera la directora ejecutiva de UNICEF en España, Paloma Escudero, quien añade que existe cierta inquietud en la organización.

Además, el periodo navideño es el momento en que UNICEF, que cuenta con 175.000 socios en España que aportan una media de 140 euros al año, logra importantes ingresos con sus tradicionales tarjetas de felicitación, que representan más del 90% de sus ventas.

“Lo importante es que la gente mantenga el compromiso con las organizaciones, que realmente cuentan con ese dinero para programas muy reales. No se trata de que si llega el dinero se harán cosas. Es que ese dinero ya está comprometido para programas contra el SIDA en Malaui o educativos en Sudán, entre otros”, señala Escudero.

Además, la directora ejecutiva de UNICEF recuerda que las aportaciones privadas tienen una importancia “enorme” para el desarrollo de programas y así, cerca del 85% de los ingresos que percibe la organización provienen de fondos privados y de donantes.

“Darse de alta o de baja sí que importa. El gota a gota cuenta”, apunta Escudero.

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