El Banco Santander, embargado por impago de unas costas procesales

Ana Botín, presidenta del Banco Santander.

Belén Molina

Santa Cruz de Tenerife —

El juzgado de Primera Instancia número 3 de Santa Cruz de Tenerife ha dictado una orden de embargo contra una cuenta del Banco Santander por impago de unas costas procesales, derivadas de un juicio que perdió en octubre de 2014 ante ese órgano judicial. La cuenta embargada tiene más de 92 millones de euros de saldo. Las costas que debe abonar la entidad bancaria no llegan a los 1.700 euros.

El Banco Santander inició acciones judiciales contra una cliente por una deuda de 3.312,91 euros, derivada de una tarjeta de crédito, y reclamó ese dinero en un procedimiento monitorio, al que se opuso la abogada de la demandada.

En ese escrito de oposición, la letrada Ágora Rosales Merenciano, responsable jurídica de Legalaria.com, alegó que no se acreditaba la deuda que se exigía y que se negaba la existencia de la misma, y ello porque el contrato de la tarjeta de crédito no estaba fechado, le faltaban hojas “y era sesgado”, y en las condiciones generales aportadas por la entidad no se especificaba a qué contrato se referían.

Además, los intereses de demora se elevaban a un 22,20%, un porcentaje considerado abusivo por no corresponderse con los intereses cobrados en la realidad y no estar, tampoco, acreditados en la documentación aportada, “procediendo la declaración de nulidad de esa cláusula y, consecuentemente, la no aplicación de ningún tipo de interés de demora, al no estar facultado el Juez nacional para integrar el contrato modificando el contenido de una cláusula abusiva”.

El procedimiento se transformó así en un juicio verbal, el 411/2014, al que no se presentó el representante legal del Banco Santander, por lo que el juzgado tinerfeño falló que el Santander desistía de sus pretensiones de cobrarse la deuda, con imposición de las costas procesales.

Sin respuesta

Desde que se dictó ese auto judicial, ha pasado un año. En mayo pasado, la abogada demandó la ejecución forzosa de la sentencia ganada, lo que se dictó en auto judicial el 18 de junio de 2015. A los 1.244,08 euros que le correspondían en costas judiciales, había que sumar otros 373 euros en intereses. En total 1.617,08 euros entonces.

El Santander se opuso a la ejecución de la sentencia, pero la ejecución ya es firme y, por ello, se ha embargado una de sus cuentas más importantes, con un saldo que supera los 92 millones de euros.

“Eso fue en mayo pero, a fecha de hoy, el Banco Santander sigue sin pagar, como si no le importase que los intereses se incrementen día a día, ni el hecho de estar embargado. Si fuese un ciudadano de a pie, ya tendría embargada incluso la pensión no contributiva, pero se trata del Santander y llevamos un año de espera. Al menos, a la cliente se le ha resuelto el problema”, afirma Rosales Merenciano.

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