Henríquez: ''Mi salida de La Caja ha sido una venganza de Soria''
José Francisco Henríquez ha dejado de ser consejero de la Caja Insular de Ahorros de Canarias quince meses después de su elección en representación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. El que fuera presidente de CANARIAS AHORA hasta agosto de 2008 tuvo que elegir entre su condición de cliente y la de miembro del órgano rector por una incompatibilidad inédita en la historia de la entidad de ahorro: se le declaró moroso por una póliza de crédito vencida aunque 24 horas después de su dimisión La Caja renovó la póliza.
En una entrevista en El Correillo, Henríquez señala directamente al vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Economía y Hacienda, José Manuel Soria, como inductor de su dimisión forzada en una decisión “que tiene muy mala pinta. Puede haber coacción y cuando menos responde a un comportamiento poco democrático”. Y todo por su condición de anterior presidente de la empresa editora de este periódico.
“La Caja ha creado un nuevo arquetipo para tratar a sus clientes por el ansia de los consejeros del PP azuzados por Soria para que no se renovara una póliza”, explicó Henríquez. “Soy prácticamente el primer caso en que la Consejería de Hacienda, que tiene atribuciones para revisar los créditos que se dan a los consejeros, la rechaza”.
Henríquez señala directamente a José Manuel Soria: “Ha sido todo una patraña enfocada desde la Consejería de Economía y Hacienda y ejecutada por los dos consejeros del PP como dos rottweiler, por el ánimo de venganza permanente de Soria contra mí por haber sido presidente de CANARIAS AHORA”.
Henríquez explicó que incluso el director general de la entidad, Juan Manuel García Falcón, “tuvo que ir dos veces a Madrid [al Banco de España] a explicar esta cosa tan fea, esta trapisonda que comete y hace pagar la trapisonda a otros”. También reveló que “todos [los miembros del Consejo de Administración] menos uno me reconocieron recibían presiones insostenibles del consejero de Hacienda” para hacer efectiva la salida de Henríquez del órgano rector.
Con el paso del tiempo, Henríquez admite que “fue un error presentarme a La Caja. Yo no opté para ser presidente sino para cambiar la gestión y ahora me doy cuenta de que era un empeño en solitario, no era colectivo. Hasta el mismo PSOE [que le propuso y nombró en representación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria] no apoyaba mi inclinación al cambio”.
Para el ex consejero de La Caja, ese cambio era imposible, tanto por su empeño en solitario como “por la misma situación de crisis actual que se atraviesa”, aunque considera necesario todavía ese viraje en la gestión de La Caja, centrado en una mayor toma de decisiones del Consejo de Administración y del presidente. “El Consejo es un órgano parapeto, al que le cuentan las decisiones ya tomadas por el director general”, explica Henríquez.
Además, en relación al problema que motivó su salida de La Caja, Henríquez asegura: “Puedo decir directamente que fui engañado por la cúpula, porque ser cliente fue utilizado para declararme incompatible con ser consejero”.