Los líderes europeos se comprometen a evitar medidas proteccionistas
Los líderes europeos trataron este domingo de escenificar una imagen de unidad frente a la crisis económica tras la descoordinación y las disputas de las últimas semanas y se comprometieron a evitar adoptar medidas proteccionistas que puedan perjudicar a otros Estados miembros.
Los jefes de Estado y de Gobierno descartaron elaborar un plan de rescate específico para el este de Europa por considerar que los problemas de cada país deben tratarse “caso por caso”, sin crear bloques dentro de la UE. Aseguraron además que tampoco flexibilizarán los criterios para entrar en el euro, como pedía Hungría.
Más allá de estos compromisos, la cumbre extraordinaria de la UE sobre la crisis económica se cerró sin acuerdos concretos, que se dejan para el Consejo Europeo ordinario de primavera, que tendrá lugar los días 19 y 20 de marzo.
“Podemos decir objetivamente que hubo un alto nivel de consenso sobre la necesidad de evitar cualquier tipo de medidas unilaterales proteccionistas dentro de la UE”, subrayó el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, en la rueda de prensa final de la cumbre.
Por su parte, el primer ministro checo, Mirek Topolánek, dijo que los líderes europeos están de acuerdo en “utilizar al máximo el mercado único como motor de la recuperación para respaldar el crecimiento y el empleo”. Y también creen que “hasta ahora no hay ningún ejemplo que pueda considerarse como proteccionismo en los Estados miembros” y confían en la Comisión para garantizar la igualdad de trato y la aplicación de las reglas comunitarias.
Se cierra así la polémica provocada por el plan francés de ayuda al sector del automóvil, dotado con 6.000 millones de euros, que suscitó preocupación en el Ejecutivo comunitario y fue tachado de proteccionista por Praga.
La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, aceptó este sábado las garantías de París de que el plan no contiene medidas proteccionistas. Barroso dijo que el Ejecutivo comunitario no será “discriminatorio” y que lo que ha aceptado para Francia lo aceptará también para el resto de países, lo que abre la puerta a la aprobación de los planes de España e Italia.
Tanto Barroso como Topolánek coincidieron en que los Estados miembros deben apoyar con planes nacionales a la industria automovilística para hacer frente a la crisis pero resaltaron que estos planes deben coordinarse y no provocar efectos negativos en otros países. El primer ministro checo también hizo referencia a la necesidad de reestructurar el sector, porque la demanda de coches está en 12 millones de coches al año y se producen 18 millones.
Planes de rescate
Las peticiones de Hungría de crear un fondo de 180.000 millones de dólares para apoyar a los países del este y de acelerar la entrada de estos Estados en el euro como respuesta a la crisis económica y financiera no obtuvieron ningún eco entre los líderes europeos.
El primer ministro checo dijo que la UE no va a abandonar a ningún país, pero insistió en que “la idea de dividir entre nuevos y antiguos Estados miembros, entre países de la eurozona y de fuera de la eurozona, entre norte y sur o entre este y oeste es un enfoque que rechazamos de plano”.
Por su parte, Barroso insistió en que el apoyo a los países con problemas se realizará “caso por caso” pero no “por categorías de países”, porque también en el este de Europa hay muchas diferencias entre la situación económica de cada Estado. “Los países del centro y del este de Europa no quieren un programa sólo para ellos porque no hay ninguna razón específica para tratar así a un grupo de países muy diversos”, afirmó.
Topolánek dejó también claro que los líderes europeos están de acuerdo en que “sería un error cambiar las reglas de juego ahora” para entrar a la eurozona. Y el presidente de la Comisión animó a todos los países de la UE a acelerar los esfuerzos para cumplir los criterios de convergencia porque el euro ha demostrado ser un “factor de protección” frente a la crisis.