La Mancomunidad del Sureste se opone frontalmente a la planta de gas en Arinaga
La Mancomunidad del Sureste, integrada por los municipios de Agüimes, Ingenio y Santa Lucía de Tirajana, reafirmó este martes su posición contra la construcción de la planta de regasificación de gas natural licuado en Arinaga, después de que apareciera el viernes publicado en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), el concurso público de Gascan para su construcción en Gran Canaria y Tenerife.
Silverio Matos, alcalde de Santa Lucía, Antonio Morales, alcalde de Agüimes y Juan Díaz, alcalde de Ingenio, manifestaron que “la planta de regasificación de gas natural licuado no se construirá en Arinaga bajo ningún concepto, recurriremos hasta el final”. Se niegan en rotundo a la construcción de la central energética por “temas técnicos de seguridad para los 120.000 habitantes de la zona sureste y porque existen otras alternativas que se han desechado”.
En este sentido, Morales aclaró que “la planta de regasificación de gas natural licuado no es necesaria, la zona se autoabastece con energía renovables y esta es la idea que se debe promover para el resto de municipios, no es el gas la energía más limpia, como tuvo ocasión de explicar el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, en su reciente visita a Gran Canaria. En el peor de los casos, si tiene que ser una planta de gas, que la construyan en el mar, aunque mucho me temo que existen intereses ocultos detrás de la empresa Gascan, para enriquecerse con la inversión adicional de la construcción de la planta en tierra”.
Matos añade que desde el Gobierno de Canarias y la empresa Gascan, integrada por cinco empresas energéticas, “no reciben argumentos de peso”, cuando la Mancomunidad le presenta “una critica constructivas con soluciones alternativas”. El gobierno canario alega que “la profundidad de la costa marina canaria es un impedimento”, sin embargo, Matos contesta que “hay plantas de gas que no necesitan anclaje en los fondos y existen complejos que soportan mares más agitados, con más olas”.
La solución para la mancomunidad es olvidar intereses al margen de la producción de energía y ubicar la planta en el mar, como hacen en Estados Unidos, Rusia o recientemente la zona de Livorno en Italia. “Esta solución tendría nuestro apoyo porque no afectaría a la seguridad de los vecinos y no infligiría la Ley española, que impide que se construya una central energética a menos de 700 metros de la población”.
La mancomunidad ha presentado su posición con rotundidad y pretende hablar con las autoridades locales de Granadilla de Abona, en Tenerife, que también será la sede de otra planta de este tipo. “Juntos pararemos este masacote que no cuenta con informes técnicos positivos. Esperamos dialogo y consenso como respuesta del gobierno, que no utilice la técnica del avestruz de esconder la cabeza” concluyó Matos.
Seguridad en la zona
El alcalde de Agüimes, explicó que le respaldan los informes cuando afirma que “si tuviéramos que poner una puntuación de cero a cinco, a la posibilidad de accidente de una planta energética de este tipo, y cero fuera poco y cinco mucho, el resultado es dos. Demasiado alto. Si además puntuáramos la posibilidad de riesgos para los ciudadanos en caso de accidente, la puntuación es de cinco. No existen en la isla de Gran Canaria dispositivos de emergencias suficientes para atender a 120.000 personas al mismo tiempo, que se encuentren en peligro por un accidente de la planta energética”.
Los mismos informes en los que se basa Morales para evaluar las consecuencias de un posible accidente, subrayan que “el momento de mayor riesgo para una planta de regasificación de gas natural licuado es la descarga de combustible, aunque los puntos con mayor accidentes son los conductos de gas”.
“No queremos ser agoreros, pero los planes del Pecan, Plan Energético de Canarias, no deben ir en contra de los intereses de la comarca” subrayó Matos. “La construcción de esta planta en Arinaga nos dejaría siempre con el corazón en vilo”.
La construcción de una planta de regasificación de gas natural licuado en Arinaga en Gran Canaria y otra en Granadilla de Abona en Tenerife, a través de la empresa Gascan, salió a concurso el viernes 20 de julio y fija un plazo de 44 meses para la construcción y puesta en marcha de las plantas de recepción, almacenamiento y regasificación de gas natural licuado.
En su momento, la compañía Gascan dejó claro que el concurso era para iniciar ya el procedimiento en el caso de Granadilla, mientras que argumentó que no hará ningún movimiento en Arinaga hasta contar con todos los permisos necesarios, entre ellos los que corresponden a las corporaciones locales.
Los Verdes felicitan a los consistorios por su rechazo
En una nota de prensa, Los Verdes han felicitado a los ayuntamientos de Agüimes, Santa Lucía, Ingenio y Granadilla por el rechazo de los grupos de gobierno locales a la anunciada licitación y construcción de sendas plantas regasificadoras de Gascan en Arinaga y Granadilla.
Octavio Hernández de Los Verdes señaló que “la oposición a estas dos peligrosas y contaminantes plantas terrestres de gas natural ha sido respaldada por CC, PSOE y PP, en diferentes momentos, por lo que confío en un masivo respaldo ciudadano a cualquier movilización que se convoque, ya que es un asunto de interés general ideológicamente muy plural”.
Hernández destacó la colaboración de Los Verdes con CC de Granadilla en el proceso de alegaciones contrarias a la instalación, cuando Carmen Nieves Gaspar se encontraba en la oposición, así como la aprobación por el Cabildo insular de Gran Canaria de la petición de una regasificadora mar adentro (off-shore) para Arinaga, durante la presidencia de José Manuel Soria.
Desde el grupo político ecologista se viene defendiendo esta alternativa tecnológica “porque resulta mucho menos impactante y porque haría innecesarias instalaciones portuarias como las previstas en ambas localidades”. El portavoz de Los Verdes en Tenerife ha señalado que “los fondos estructurales del nuevo Programa Operativo para financiar estas industrias dependen ahora de José Manuel Soria, en su calidad de vicepresidente y Consejero de Economía y Hacienda del Gobierno con Coalición Canaria”.
Los Verdes criticaron que, en su día, José Manuel Soria y su hermano, el exconsejero de Industria Luis Soria, “vinieron a Tenerife a decirnos que teníamos que aceptar la regasificadora en tierra para que se hiciera el puerto de Granadilla, pero después admitieron desde el Cabildo que en Gran Canaria la regasificadora se hiciera mar adentro”.
Avance ternológico
Hernández se mostró “satisfecho” por la unidad de acción entre la Mancomunidad del Sureste grancanario y el ayuntamiento de Granadilla, “un objetivo largamente esperado por nuestra formación, ya que las dos plantas en realidad constituyen un único y mismo proyecto gasero y carecía de toda lógica que la oposición al mismo no estuviera también unida y coordinada entre Gran Canaria y Tenerife”.
Según el comunidado, Los Verdes animaron a Granadilla y Arico a “ponerse las pilas” y coincidir con Agüimes, Santa Lucía e Ingenio, “que llevan varios años sosteniendo una defensa seria, argumentada e inobjetable de una tecnología que Unelco-Endesa ha proyectado en otras instalaciones gaseras, pero no quiere poner en Canarias”.