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Zapatero trató la moderación salarial con Toxo, Méndez y Rosell a mediados de mes

MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunió el pasado 17 de agosto en el Palacio de La Moncloa con los máximos dirigentes de CC.OO., UGT y CEOE, Ignacio Fernández Toxo, Cándido Méndez y Juan Rosell, para abordar la situación económica y pedirles un nuevo esfuerzo de moderación salarial, según han confirmado a Europa Press fuentes de la negociación.

No es la primera vez que Zapatero convoca a los líderes de los agentes sociales a una reunión, juntos o por separado (algunas veces sólo se ha reunido con Méndez y Toxo). De hecho, el presidente ha recurrido a este instrumento del diálogo social al más alto nivel en otras ocasiones, como cuando se atascó la negociación de la reforma de convenios o para impulsar la fallida reforma laboral.

En esta cita de mediados de agosto, la idea era la de pedir a sindicatos y empresarios que prolonguen en el tiempo, hasta 2014, la pauta de moderación salarial extendiendo la vigencia del acuerdo de negociación colectiva que tienen firmado ambas partes y que finaliza en 2012.

Más allá de lo que comentaron durante este encuentro 'secreto' adelantado este jueves por 'El País', lo cierto es que la respuesta sindical no se hizo esperar y al día siguiente los dirigentes de CC.OO. y UGT hicieron pública una carta que habían enviado a Zapatero y que puede interpretarse como la respuesta de ambas organizaciones a las peticiones del presidente.

En aquella carta, Toxo y Méndez le expresaban su preocupación por la gravedad de la situación económica y realizaban una serie de propuestas dirigidas a dinamizar la actividad.

Entre dichas propuestas, los dirigentes sindicales se mostraban dispuestos a seguir apoyando la moderación salarial más allá de 2012 a cambio de desbloquear los convenios colectivos y de un compromiso firme de las empresas para contener sus beneficios empresariales y para invertir sus excedentes en la mejora del tejido productivo.

“Los salarios deben mantener una senda de moderación en su crecimiento, como el establecido en el actual acuerdo de negociación colectiva (AENC), con una extensión a un periodo temporal más amplio, pero el esfuerzo será baldío y contraproducente si no está acompañado de un compromiso firme de contención de los beneficios empresariales y un esfuerzo adicional de inversión de los excedentes obtenidos para ampliar y mejorar el tejido productivo español”, aseguraban en la misiva.

Toxo y Méndez condicionaban también el mantenimiento a futuro de la moderación salarial al desbloqueo de la negociación colectiva, para poder suscribir así los convenios correspondientes a 2011, y a otras iniciativas, como más control sobre los precios, la prórroga de la ayuda de 400 euros para parados sin ingresos y cambios fiscales para un reparto más equitativo de las cargas (recuperación del Impuesto de Patrimonio y del de Sucesiones y Donaciones).

El acuerdo de negociación colectiva firmado entre sindicatos y patronal para el periodo 2010-2012 contempla un incremento salarial del 1% para 2010, de entre el 1% y el 2% para 2011 y de entre el 1,5% y el 2,5% para 2012.

PRIMEROS CONTACTOS ENTRE PATRONAL Y SINDICATOS

El pasado martes, en el pleno extraordinario que celebró el Congreso, Zapatero se refirió a la carta de los sindicatos y a su ofrecimiento, condicionado, de moderación salarial, asegurando que se trataba de “una muestra de responsabilidad” por su parte en un momento en el que se necesitan reformas que promuevan la creación de empleo.

Según dijo Zapatero, durante el periodo de vigencia del acuerdo de negociación colectiva, España ha podido recuperar parte de la competitividad-precio perdida desde la entrada del euro y consideró que sería “un eslabón más de credibilidad” en la senda de recuperación la extensión “inmediata” de este acuerdo por un periodo más amplio.

En este sentido, el presidente ha abogado por un acuerdo que reconozca la necesaria moderación tanto de salarios como de beneficios, y que permita ligar la evolución de los salarios no sólo a la evolución de los precios, “sino a otros factores que permitan seguir ganando competitividad y favorecer la creación de empleo”.

Lo cierto es que sindicatos y patronal se han puesto manos a la obra y ayer mantuvieron un primer contacto para desbloquear la negociación colectiva y estudiar la prórroga del acuerdo de negociación colectiva a fin de extender la moderación salarial otros dos años más.

A la reunión, según han confirmado fuentes sindicales y empresariales a Europa Press, asistieron los secretarios de Acción Sindical de CC.OO. y UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, el director de Relaciones Laborales de la CEOE, José de la Cavada, y el vicesecretario de Asuntos Económicos, Laborales e Internacionales, Alberto Nadal.

CAMBIOS LABORALES

En la carta, los sindicatos también pedían al Gobierno un esfuerzo para generar empleo entre los jóvenes, apoyándose en el sistema educativo, pero también en la formación, combinando la formación profesional con las prácticas remuneradas en las empresas, al tiempo que mostraban sus reticencias ante los cambios que barajaba el Ejecutivo en el contrato a tiempo parcial.

Tras la carta sindical, Zapatero también movió ficha, agradeciendo, primero por boca de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, la oferta de moderación salarial de los sindicatos, y luego haciéndolo él mismo durante su comparecencia en el pleno extraordinario que convalidó el último decreto antidéficit.

Pero además de palabras, Zapatero ha tratado de responder con hechos a las propuestas sindicales. En el decreto que aprobará mañana de medidas laborales ha quitado de en medio, para satisfacción sindical y descontento patronal, la reforma de los contratos a tiempo parcial para dotarles de mayor flexibilidad.

El Gobierno también tiene pensado crear un nuevo contrato de formación dirigido a jóvenes sin cualificación que les permitirá combinar trabajo remunerado en las empresas con actividades formativas. El fondo gusta a los sindicatos, pero la letra no.

Y lo que no les ha gustado nada es que el Ejecutivo se haya sacado de la manga la suspensión, durante dos años, del límite que impide encadenar contratos temporales porque creen que, de esa forma, el empleo se precarizará.

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