Israel cerca Gaza capital y divide la franja en tres
Tropas israelíes cercaron este lunes la capital de Gaza y dividieron en tres partes incomunicadas la Franja, donde continuaron los enfrentamientos con milicianos de Hamas y de otros grupos armados mientras se agravaba la situación humanitaria.
A primera hora de la noche, los combates más cruentos se registraban en el norte de la ciudad de Gaza, donde las milicias palestinas mantenían con armas automáticas un intenso fuego cruzado con las fuerzas israelíes, tanto de artillería como de infantería.
Los soldados israelíes continuaron acercándose a Gaza capital, tomando posiciones en los barrios de las afueras de la ciudad y bombardeando duramente el norte y el este de la población, sede del poder del Gobierno 'de facto de Hamas en la Franja.
Las milicias palestinas, por su parte, lograron seguir lanzando cohetes contra el sur de Israel.
Pese a la fuerte presencia de tropas judías en su territorio, los milicianos dispararon a lo largo de jornada más de una treintena de cohetes, algunos de los cuales golpearon las localidades de Sderot y Ashdod, sin provocar víctimas.
En la primera intervención pública de un alto cargo de Hamás desde que se inició la ofensiva israelí hace diez días, el dirigente líder local del movimiento islamista, Mahmud al Zahar, aseguró a través de la cadena de televisión palestina Al Aksa TV que “la resistencia ganará al final”.
Al Zahar exigió un “fin incondicional de las operaciones israelíes en la Franja de Gaza, el fin del bloqueo y la reapertura de los puestos fronterizos, incluido el paso de Rafah” (con Egipto) y criticó a la Unión Europea (UE) y a EEUU por no tratar de frenar la invasión israelí.
Sorpresas para el ejército israelí
Las Brigadas al Kasam, brazo armado de Hamas, aseguraron en un comunicado que guardan “muchas sorpresas” para el enemigo, entre ellas un arsenal de misiles antitanque B-29 y de un nuevo tipo de cohete denominado Tandem, que estaría empleando contra los acorazados israelíes.
Este domingo, Israel confirmaba la muerte del primer militar fallecido durante la incursión terrestre y admitía que una treintena de sus soldados habían sido heridos.
Medios israelíes señalaban este lunes que al menos otros siete soldados habrían resultado heridos, aunque portavoces del Ejército del Estado Judío declinaron confirmar la información.
El balance de víctimas en Gaza que hacían este lunes fuentes médicas oficiales palestinas ascendía a más de 530 muertos y 2.600 heridos.
Desde que se inició la invasión terrestre israelí en la noche del pasado sábado, la mayor parte de las víctimas son civiles, señaló el director general del hospital Al Shifa, Hasan Jalaf.
23 palestinos muertos
Al menos 23 personas, en su mayoría civiles, murieron en las últimas horas en distintos bombardeos, trece de ellos en el barrio de Zeitún, en el sur de Gaza capital, cuando la vivienda de las víctimas fue blanco de un tanque israelí.
Otros siete miembros de una misma familia murieron cuando su vivienda en el campo de refugiados de Shati fue alcanzada por un proyectil lanzado por un barco de guerra israelí desde la costa mediterránea de Gaza, informó a Efe el responsable del servicio de emergencias en Gaza, Moawiya Hasanein.
Además, otros tres civiles perdieron la vida en un bombardeo en el poblado de Beit Hanún, en el norte de la Franja.
Las fuerzas israelíes han dividido Gaza en tres para evitar que las milicias reciban refuerzos, lo que impide el libre movimiento dentro del territorio a su millón y medio de habitantes.
Situación dramática, según la ONU
Esa estrategia militar dificulta el trabajo de las agencias humanitarias y agrava la situación de la población civil, que fuentes de la ONU calificaron de “dramática”.
Más de un millón de personas no disponen de agua ni electricidad desde hace dos días y escasean los alimentos y las medicinas, según explicó Ahmed abu Shamaleh, responsable en la ciudad de Gaza de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
“Ahora mismo no hay servicios públicos, ni agua, ni electricidad, ni pan, ni alimentos esenciales. No funcionan los teléfonos, la vida está paralizada, nadie trabaja, faltan medicinas; ¿qué más hace falta para reconocer que hay un desastre humanitario?”, se pregunta Shamaleh.