Israel permite la entrada de combustible en Gaza
Israel permitió este martes a Gaza recibir el combustible justo para salir de la oscuridad tras casi 48 horas en que privó de luz y de calefacción a la mayoría del millón y medio de habitantes de este territorio palestino. La reanudación del suministro disipa de manera provisional la amenaza de crisis humanitaria generalizada que se cernía sobre la franja desde que el domingo dejó de operar su única planta eléctrica por falta de hidrocarburos debido al bloqueo israelí.
Un 40% de los hogares se había quedado incluso sin agua potable por la falta de energía para bombearlo al agotarse las reservas después de que Israel decidiera el jueves cerrar todos los pasos fronterizos, en represalia por las decenas de cohetes lanzados en los días previos contra su suelo por las milicias palestinas.
El lunes por la noche, tras diversas protestas internacionales y gestiones diplomáticas, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, autorizó la entrada en la franja durante tres días de asistencia médica y suficiente combustible para una semana, y los cinco primeros camiones-cisterna entraron este martes por la mañana.
Israel también proveerá desde este martes gasóleo para uso doméstico, medicinas, alimentos, y bolsas de nailon solicitadas por la agencia de la ONU de ayuda a los refugiados palestinos (UNWRA), informa la radio pública israelí.
Pese al levantamiento parcial del bloqueo energético, los habitantes de Gaza -que dependen en un ochenta por ciento de la ayuda humanitaria- seguirán sin recibir combustible para vehículos, a tenor de las palabras de ayer del primer ministro israelí, Ehud Olmert: “en lo que a mi respecta, pueden ir a pie”.
Mahmud al-Juzendar, portavoz del sindicato de propietarios de las gasolineras en la franja -que siguen cerradas- recordaba este martes que “algunos enfermos necesitan el coche para su traslado” y se preguntaba “qué ley prohíbe a los residentes de Gaza usar sus vehículos”.
Olmert ya ha dejado claro que la vida en Gaza seguirá sin ser “cómoda y agradable” mientras caigan cohetes sobre Israel y Barak ha advertido, al poco de anunciar la interrupción parcial del bloqueo, que aumentará “la presión” sobre la franja.
Ante esta perspectiva, los palestinos han puesto la mirada en la cerrada frontera con Egipto, donde 60 mujeres resultaron heridas este martes por la policía egipcia cuando se manifestaban para pedir su reapertura, informó el jefe del servicio de urgencias del Ministerio de Sanidad en Gaza, Moawiya Hasanín.
Según testigos presenciales, algunas manifestantes intentaron forzar la entrada en territorio egipcio por el paso fronterizo de Rafah, en el sur de Gaza, lo que impidieron las fuerzas de seguridad del país vecino con porras, chorros de agua y disparos al aire.
Varias mujeres intentaron dar marcha atrás, pero una multitud de hombres, entre ellos numerosos jóvenes, se lo impidieron al empujar en la dirección contraria, y algunas lograron penetrar en territorio egipcio, agregan los testigos.
El paso de Rafah permanece cerrado desde que el pasado junio los islamistas de Hamás expulsaron de la franja a las fuerzas leales al presidente palestino, Mahmud Abás.
En la parte egipcia del paso permanecen bloqueadas dos toneladas de ayuda humanitaria, informó a Efe Abdel Qader al Higazi, secretario general del Comité de Salvamento Humanitario del Sindicato de Médicos de El Cairo, autor del envío.
Pese al asedio israelí de Gaza, Abás aseguró hoy que mantendrá el diálogo de paz con Olmert.
“Cesar los contactos con Israel es inútil. Por el contrario, debemos intensificarlos para detener el sufrimiento de nuestro pueblo”, dijo Abás en su primera declaración pública desde que Israel estrechase el cerco a Gaza.
La entrega de combustible no ha calmado los ánimos de los activistas palestinos -que hoy han lanzado, sin causar daños, una decena de cohetes Al-Kassam- ni anulado la presentación en el Consejo de Seguridad de la ONU de un borrador de resolución para condenar el bloqueo israelí a Gaza, un texto al que Estados Unidos ha anunciado que interpondrá su veto.
