Marruecos expulsa de El Aaiún a un atleta saharaui
Las autoridades de Marruecos han impedido entrar en El Aaiún al atleta saharaui Salah Amaidan, refugiado en Francia desde que mostró una bandera del Sahara en una competición internacional en la que participaba con una delegación marroquí.
Salah Amaidan intentó volar el pasado miércoles desde Gran Canaria a la capital del Sahara Occidental para visitar a su padre, que está enfermo y se somete tres veces a la semana a diálisis, pero se le vetó la entrada a la ciudad, en una versión que corrobora Inés Miranda, letrada tradicionalmente comprometida en la defensa de los derechos de los saharauis y primera abogada española en recibir el Premio a los Derechos de la Asociación Internacional de la Abogacía (IBA).
“Mi sorpresa al llegar fue ver el despliegue policial y de autoridades que había al pie del avión. Me llevaron al edificio y me comunicaron que me expulsaban por ser persona non grata”, ha explicado el atleta, tras acudir al consulado francés (país que expide su pasaporte) en Gran Canaria para denunciar lo ocurrido.
Salah Amaidan no oculta su compromiso político en la defensa de las aspiraciones saharauis de independencia -de hecho ha acudido al consulado vestido con una camiseta con lemas alusivos a esa demanda-, pero insiste en que, esta vez, el motivo de su visita a El Aaiún era “humanitario”: ver a su padre enfermo.
Este corredor de fondo, que fue subcampeón de África con Marruecos, asegura que el reino alauí le impide visitar los territorios ocupados desde que en 2004 exhibió una bandera de la República Árabe Saharaui en una competición en Francia a la que había acudido como parte de una delegación deportiva marroquí.
“En el territorio ocupado, siendo adolescente, no podía expresarme como yo quería, por la represión de Marruecos, pero cuando salí con una delegación de atletas marroquíes a Francia, alcé la bandera saharaui para mostrar los derechos de mi pueblo”, dice.
Amaidan explica que no es la primera vez que le impiden el paso en Marruecos o a los territorios bajo administración marroquí -ya fue rechazado otra vez en Marraquech-, pero también anuncia que seguirá intentando visitar de nuevo a su familia en su tierra.
“Volveré, vivo o muerto. Volveré a ver a mi padre, si tengo la suerte de verlo vivo, porque está muy enfermo”, proclama.
Este atleta saharaui, que viaja con pasaporte francés, reconoce que su reivindicación política le ha impedido aspirar a participar en competiciones internacionales de selecciones, como los Juegos Olímpicos, porque él no está dispuesto a vestir otros colores que los del Sahara Occidental, aunque haya tenido otras opciones.
“He tenido muchas oportunidades en el mundo para nacionalizarme, sobre todo en Francia. También en España, porque mis padres son originales del Sahara y tienen los papeles españoles, así que podría optar por la nacionalidad española. O también por la argelina o la mauritana, pero yo me niego a llevar otra nacionalidad que no sea la saharaui”, defiende.