El nuevo Ejecutivo británico se baja el sueldo un 5%

El nuevo Gobierno británico mantuvo la primera reunión ordinaria del Consejo de Ministros, tan sólo 24 horas después del nombramiento del gabinete que, por los próximos cinco años, formarán la inédita coalición de conservadores y liberaldemócratas. Una de las decisiones adoptadas en este estreno fue la bajada de sueldo de un 5% para los miembros del Ejecutivo, en respuesta a las ajustadas circunstancias económicas que atraviesa el país y que, según advirtió el nuevo titular del Tesoro, George Osborne, “lo eclipsarán todo”.

El encuentro estuvo encabezado por el primer ministro, el tory David Cameron, quien ocupó un asiento central en la mesa, enfrente a su nuevo número dos, el liberaldemócrata Nick Clegg, con quien se repartirá la máxima responsabilidad en el mantenimiento del orden interno de la alianza, a partir de una comisión especial que copresidirán para vigilar las relaciones y lidiar con virtuales desacuerdos.

Se trata del primer Ejecutivo compartido en las islas en 70 años y, a pesar de la sintonía entre sus dos cabezas visibles en la comparecencia en la que explicaron el acuerdo, existen todavía dudas acerca de las futuras relaciones entre los socios. Por ello, en su estreno de este jueves, una vez establecida la hoja de ruta en un documento de siete páginas, el elemento central fue la necesidad de impedir filtraciones sobre diferencias que puedan surgir, a fin de evitar desestabilizar la imagen institucional del Gobierno.

Entre las consecuencias prácticas de este desafío que los nuevos altos cargos pudieron comprobar este jueves figuró el veto a los teléfonos móviles durante la reunión, que se mantendrá en todos los consejos futuros. En cualquier caso, al término del encuentro, todos los participantes destacaron el “constructivo ambiente” generado en este arranque de la alianza.

“Oportunidad a largo plazo”

Ya al inicio, el propio primer ministro había considerado que la que acaba de comenzar es una “gran oportunidad para el largo plazo”, puesto que los socios han decidido marcar mandatos fijos de cinco años, frente al “sentimiento anterior de que podía haber unas elecciones en cualquier momento”.

Además, aprovecharon para confirmar las prioridades del Ejecutivo que, como figura en el acuerdo sellado el martes, sitúan en primer lugar combatir el severo déficit de las arcas públicas. Se trata de siete páginas para alumbrar lo que han calificado ya como una “era histórica” y en las que la economía ocupa hasta cuatro de los once apartados que establece el documento.

Otras cuestiones de atención son la reforma de la organización institucional, ya que los liberaldemócratas lograron incluir su demanda de un referéndum sobre el modelo electoral y, a cambio, admiten la polémica apuesta conservadora de limitar la entrada de ciudadanos extracomunitarios. En cualquier caso, ambos partidos hicieron notables concesiones, aunque no en todas las materias, ya que podrán disentir en ámbitos como la expansión nuclear, ante el que la tercera fuerza podrá oponerse sin que se considere que horada la confianza.

Nuevo gobierno

El nuevo Gobierno integra tanto ex líderes del Partido Conservador como dirigentes de la Administración tory anterior y, en los puestos destacados, tan sólo figura una representante del género femenino, la también conservadora Theresa May, quien asume la cartera de Interior, además del departamento de Mujer. En total, son cinco carteras las que llevan los liberales y en torno a una veintena de responsabilidades ministeriales, lo que supone más de un tercio de un grupo parlamentario de 57 diputados.

Todos ellos sufrirán el recorte salarial anunciado este jueves por George Osborne, quien a pesar de las especulaciones acerca de su experiencia para la responsabilidad del cargo, se mudará al número 11 y pasará como el titular de finanzas más joven de la historia. El departamento de Exteriores cuenta con quien era hasta la fecha portavoz conservador en la materia, William Hague, líder del partido hasta 2001, cuando fue derrotado en las urnas por Tony Blair.

En la reunión, el nuevo titular de la diplomacia británica destacó la positiva recepción internacional recabada por el acuerdo del martes, que ya ha motivado llamadas de felicitación por parte de líderes como Barack Obama, Angela Merkel o Nicolas Sarkozy.

Recompensas

Hague jugó un papel fundamental en el equipo negociador que completó el acuerdo, si bien por la comisión liberaldemócrata también ha habido recompensas, ya que Chris Huhne asumió Cambio Climántico; Danny Alexander, el más fiel aliado de Clegg, el departamento para Escocia; y David Laws, la Secretaría del Tesoro, lo que en la práctica supone un número dos del canciller. Además, el veterano Vince Cable, una referencia como portavoz de finanzas, se queda con las responsabilidades de Negocios y Banca.

Por su parte, los tories Liam Fox y Andrew Lamsley ejercen en Defensa y Sanidad, respectivamente; y Ken Clarke, en Justicia, tras haber desempeñado ya responsabilidades en el período anterior de los conservadores en el poder, cuando ocupó el número 11 de Downing Street. No es el único que regresa, no obstante, ya que Ian Duncan Smith, sucesor de Hague y líder hasta 2003, se pone al frente de Trabajo y Pensiones.

Para Cultura, que integrará la gestión de las Olimpiadas, se ha nombrado a Jeremy Hunt; para Educación, a quien venía ejerciendo la portavocía entre los tories, Michael Gove; y el presidente del partido, Eric Pickels, asume la secretaría de Comunidades y Gobierno Local. Además, también cambia el fiscal general del Estado, hasta ahora Patricia Scotland, que cede el testigo al portavoz conservador de Inmigración, Dominic Grieve.

Plazos y previsiones

En cuanto a los plazos oficiales prevén, en primer lugar, la constitución oficial del Parlamento el próximo 18 de mayo y, una semana después, el Discurso de la Reina en el que se confirmará un Gabinete que, con los 306 escaños tories y los 57 de los otros, superan ampliamente la mayoría absoluta, fijada en 326 sillas. Además, en los primeros 50 días de gestión se aprobará un presupuesto de emergencia con un plan concreto para atacar el déficit.

Mientras, en el bando laborista gestionan la consumación del fin del proyecto conocido del Nuevo Laborismo y la apertura de una nueva fase que comenzará con la elección de sucesor. A falta de definición de plazos oficiales, el ex ministro de Exteriores David Miliband se presentó este miércoles como el primer contendiente, tras ver cómo uno de sus supuestos contrincantes, el ex titular de Interior Alan Jonhson, se autodescartó y lo apoyaba públicamente antes incluso de que él anunciara sus intenciones.

De momento, la número dos del partido, Harriet Harman, continúa al frente en este período de interinidad, ya que anunció que no aspira al relevo, una posibilidad que podrían estar considerando el otro Miliband, Ed, con notable predicamento en el partido; Ed Balls, fiel aliado de Gordon Brown, el ex responsable de Sanidad Andy Burham o el diputado Jon Cruddas, una de las voces más a la izquierda en el partido

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