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Una réplica de 6,1 grados genera escenas de pánico en Haití

PUERTO PRÍNCIPE, 20 (Reuters/EP)

La réplica de 6,1 grados en la escala Richter que sacudió este miércoles Haití hizo saltar nuevamente todas las alarmas y generó escenas de pánico en la capital, donde algunos edificios afectados por el primer terremoto terminaron de venirse abajo, aunque aparentemente el nuevo seísmo no ha provocado daños adicionales. Entretanto, la ayuda sigue llegando y la seguridad se mantiene gracias a la presencia de militares estadounidenses.

La réplica de la mañana de este miércoles ha causado escenas de pánico en Puerto Príncipe, donde la gente que dormía en campamentos ha salido a las calles y ha intentado alejarse de los edificios dañados por el terremoto del pasado 12 de enero, de 7,3 grados. Sin embargo, no se ha informado de que se hayan producido heridos.

Según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro del seísmo se ha localizado a 9,9 kilómetros de profundidad y a 42 kilómetros al oeste-noroeste de Jacmel y a 60 kilómetros al oeste-noroeste de Puerto Príncipe.

De acuerdo con las estimaciones de la ONG PLAN, antes del terremoto de hoy el 40 por ciento de la población de Jacmel se había visto afectada por el temblor anterior, el 50 por ciento de los edificios estaban gravemente dañados y más de 6.000 personas vivían en un campo para damnificados.

El terremoto del 12 de enero causó al menos 75.000 muertos y 250.000 heridos y dejó a más de un millón de personas sin hogar, según los últimos datos de la Dirección de la Protección Civil haitiana.

Desde entonces, miles de personas prefieren dormir al raso en las calles de la capital por temor a las réplicas. Otras han hecho caso a la recomendación del Gobierno de buscar refugio fuera de Puerto Príncipe.

MENOS INSEGURIDAD

El miedo a la violencia y los saqueos, sin embargo, ha disminuido gracias a la presencia de los soldados estadounidenses, que proporcionan seguridad durante la distribución de agua y alimentos. Los helicópteros Black Hawk estadounidenses aterrizaron ayer en el recinto del palacio presidencial, tras lo cual las tropas se desplegaron y se descargaron los suministros, atrayendo a numerosos supervivientes que pedían comida.

El secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, aseguró durante una visita a India que “los suministros están empezando a llegar a la gente”. “Nos preocupa que al no poder ofrecer suficientes suministros, la gente, en su desesperación, recurra al crimen y a la violencia”, admitió.

“Afortunadamente, no hemos visto que eso haya ocurrido mucho y mi esperanza es que al poner estos camiones con suministros a circular por las calles y al ver la gente a las patrullas, se evite cualquier incidente violento significativo”, añadió.

Aunque se necesita escolta militar para repartir la ayuda, Naciones Unidas ha dicho que los problemas de seguridad existen sobre todo en zonas que ya eran consideradas “de alto riesgo” antes del terremoto, el cual permitió la huida de unos 4.000 delincuentes de cárceles que resultaron dañadas.

“En general, la situación de la seguridad en Puerto Príncipe sigue siendo estable, con violencia limitada y localizada y saqueos”, precisó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

CRÍTICAS A EEUU

Actualmente hay unos 12.000 militares estadounidenses desplegados en Haití, en barcos situados junto a la costa o de camino al país caribeño. Además, está previsto que este miércoles llegue el buque hospital USNS Comfort, que ofrecerá un espacio para realizar operaciones quirúrgicas complejas. Pero esta presencia ha sido criticada por algunos países latinoamericanos.

Así, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, pidió ayer a las tropas estadounidenses que abandonen Haití porque no hay ni “un solo soldado norteamericano levantando una piedra” y, a su juicio, pretenden “controlar el país” caribeño.

Por su parte, el presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó el pasado domingo en su programa dominical 'Aló, Presidente' que “Estados Unidos se aprovecha de lo que dejó el terremoto para ocupar Haití”, enviando soldados “armados como si fuera una guerra”.

Sin embargo, en opinión del presidente de Haití, René Préval, los soldados norteamericanos ayudarán a la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH) a mantener el orden en Puerto Príncipe. Préval ha admitido que el país “no está preparado” para recibir toda la ayuda internacional que está llegando, entre otras cosas porque no hay suficientes camiones para transportarla ni almacenes para guardarla.

Con el fin de acelerar la llegada de la ayuda y detener los saqueos y la violencia, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado por unanimidad que se añadan temporalmente a la MINUSTAH 2.000 militares y 1.500 policías.

PROBLEMAS EN LA ATENCIÓN MÉDICA

Aparte de en la capital, los soldados también se han desplegado en otras ciudades afectadas por el terremoto, como Léogane, en el oeste, o Jacmel, en la costa meridional, para proteger a la población y facilitar la distribución de la ayuda.

En Léogane, la falta de instalaciones médicas avanzadas ha impedido que muchos heridos se sometiesen a unas operaciones que les habrían salvado la vida. Según la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), la llegada al aeropuerto de Puerto Príncipe de un avión cargado con doce toneladas de suministros médicos ha sido rechazada en tres ocasiones desde el domingo y cinco pacientes han muerto a causa de la falta de esos suministros.

“Nos hemos visto obligados a comprar una sierra en el mercado para seguir realizando amputaciones”, dijo Loris de Filippi, coordinador de emergencia del Hospital Choscal, gestionado por la ONG en Cité Soleil. MSF incidió en la necesidad urgente de contar con medicamentos para las personas operadas y con equipamiento como máquinas de diálisis.

En la zona de la capital haitiana están operativos al menos trece hospitales, según indicó la Organización Mundial de la Salud, que ha llevado material para atender a 120.000 personas durante el próximo mes.

Mientras, el Programa Mundial de Alimentos (PAM), que ha facilitado comida a 200.000 víctimas del terremoto, se ha fijado el objetivo de distribuir durante la semana que viene unos diez millones de raciones listas para comer. Otras 130.000 personas están siendo alimentadas por otras organizaciones de ayuda.

SUPERVIVIENTES

Entretanto, los equipos de rescate enviados desde distintos países continúan trabajando, si bien el jefe adjunto de la operación estadounidense en Haití, el general Daniel Ally, ha declarado que la fase de búsqueda de supervivientes está “muy cerca” de concluir.

La portavoz de la OCHA en Ginebra, Elisabeth Byrs, anunció este miércoles que desde el día 12 han sido rescatadas con vida 121 personas de entre los escombros.

En las últimas horas han sido rescatados un bebé de 23 meses en la localidad de Jacmel, una mujer de 69 años en la catedral de Puerto Príncipe y otra mujer de entre los restos de un supermercado de la capital.

A pesar de la difícil situación, parece que poco a poco se restaura la normalidad. Vuelve a haber algunos vendedores ambulantes en las calles de Puerto Príncipe y, aunque los bancos no han abierto aún sus puertas, la ONU ha dicho que va a intentar que se abran entre 30 y 40 puntos de distribución de efectivo.

Tras el seísmo, el precio de la gasolina se ha duplicado, y la escasez de este producto ha hecho que se formen grandes colas en las estaciones de servicio. El PAM pretende llevar cada día desde República Dominicana 40.000 litros de diesel.

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