La muerte de soldados en Irak empaña el regreso de los quince marinos de Irán
En una declaración frente a su residencia de Downing Street, Blair contrastó la alegría por la liberación de los militares con la “grave y peligrosa realidad” de Irak, donde cuatro soldados británicos perdieron la vida durante la mañana de este jueves por la explosión de una bomba en una carretera en Basora (sur iraquí).
El panorama general es que “hay, al menos, elementos del régimen iraní que apoyan, financian, arman, aterrorizan en Irak”, afirmó el primer ministro con semblante serio a la puerta de la residencia oficial del número 10 de Downing Street. “Así como nos regocijamos por el retorno de nuestros quince marinos, hoy también estamos tristes y lamentamos la pérdida de nuestros soldados en Basora, que murieron a consecuencia de un acto terrorista”, señaló Blair.
Durante los trece días que duró el cautiverio de los militares, subrayó el primer ministro, el Reino Unido se mostró abierto al diálogo bilateral y utilizó la presión del apoyo internacional de aliados europeos, estadounidenses, de la ONU y de países de Oriente Medio para conseguir su liberación. El jefe de Gobierno puntualizó que sería “ingenuo” pensar que sin esa última parte de la estrategia se hubiera podido concretar la puesta en libertad de los quince marinos.
Blair agregó que la comunidad internacional tiene que mantenerse “absolutamente firme a la hora de hacer cumplir su voluntad”, ya sea en relación con el programa nuclear iraní o “al apoyo al terrorismo de cualquier elemento del régimen iraní”. Insistió en que no hubo negociaciones para lograr la liberación de los militares, ni se llegó a ningún acuerdo oculto.
Pese a todo, Blair reconoció que se han abierto “nuevas e interesantes vías de comunicación” con el régimen iraní que sería “sensato” aprovechar.
Revisión médica e interrogatorio
Tras su llegada a Heathrow, los quince militares fueron llevados en dos helicópteros Sea King de la Marina a la base militar de Chivenor, en el condado de Devon (suroeste de Inglaterra), donde esperan reunirse con sus familias. Los ocho marinos y siete infantes de Marina, entre ellos una mujer, serán sometidos en la base a una revisión médica y a un interrogatorio por parte de la Marina y los servicios secretos.
Los quince llegaron este jueves a Londres después de que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunciase el pasado miércoles por sorpresa en una rueda de prensa su puesta en libertad como “regalo al pueblo británico”. Los militares fueron capturados por la fuerza naval iraní el pasado 23 de marzo en aguas del golfo Pérsico.
La liberación fue recibida con gran alivio en el Reino Unido, donde Blair y las familias de los militares se congratularon por el fin de la crisis. El Reino Unido insistió en todo momento en que los marinos fueron capturados en aguas jurisdiccionales iraquíes del golfo Pérsico, pero Irán afirmaba que estaban en aguas iraníes.
De acuerdo con las autoridades británicas, el grupo, de la tripulación de la fragata Cornwall, había completado la inspección de un barco mercante cuando sus dos lanchas fueron rodeadas y escoltadas por buques iraníes hasta aguas territoriales de Irán. La fragata patrulla el golfo Pérsico para mantener la seguridad en las aguas territoriales iraquíes y proteger sus infraestructuras marítimas.
La captura tuvo lugar el 23 de marzo en la zona del canal Shatt Al Arab, limítrofe entre Irak e Irán y cuyo control desató la guerra que ambos países mantuvieron entre 1980 y 1988.