Taylor denuncia que los testigos han sido “pagados y amenazados”
Los fiscales piden 80 años de cárcel y la defensa afirma que Taylor es el “chivo expiatorio” de las atrocidades en Sierra Leona
LONDRES, 16 (EUROPA PRESS)
El expresidente liberiano Charles Taylor ha denunciado ante el Tribunal Especial para Sierra Leona que los testigos de cargo han sido “pagados y amenazados” por los fiscales del caso para que declarasen contra él en el proceso por crímenes de guerra. Asimismo, en su última declaración antes de que se dicte sentencia, Taylor ha asegurado que él no cometió conscientemente ninguna de las atrocidades que se le imputan y ha expresado su “profunda solidaridad” con la víctimas de la guerra civil de Sierra Leona.
El pasado 26 de abril, Taylor, de 66 años, fue declarado culpable de complicidad en crímenes contra la Humanidad, incluidos homicidios, mutilaciones y violaciones, por haber ayudado militar y financieramente a los rebeldes del Frente Revolucionario Unido (RUF) durante los once años (1991-2002) que duró la guerra civil.
Este miércoles, ambas partes presentaron sus alegatos a favor y en contra de la pena solicitada. Los fiscales han solicitado una pena de 80 años de cárcel proporcional a la “gravedad” de los crímenes juzgados y han pedido que la edad del procesado no sea un atenuante, mientras que la defensa ha calificado de “desproporcionada” esta solicitud y ha denunciado que el Tribunal quiere convertir a Taylor en el “chivo expiatorio” del conflicto sierraleonés.
El tribunal deberá dictar sentencia el 30 de mayo. En caso de que los defensores recurran contra la condena, el caso podría extenderse varios meses. En virtud de un acuerdo especial con el Tribunal, la pena de cárcel contra Taylor se debería cumplir en territorio de Reino Unido.
En su declaración de este miércoles, Taylor denunció que el dinero había jugado un papel “corruptor” en este proceso. “Se ha pagado a testigos, se les ha presionado y, en algunos casos, amenazado con ser perseguidos” en caso de que no declararan en su contra, aseguró.
Asimismo, el exmandatario insistió en declararse inocente de todos los cargos y afirmó ante los jueces que él no tuvo una “plena visión de contexto” en el momento de los hechos. Aparte, Taylor declaró que siempre ha condenado las atrocidades cometidas en cualquier punto del mundo y expresó su “profunda solidaridad” hacia las víctimas de Sierra Leona.
Por su parte, los fiscales han afirmado en su declaración por escrito que la condena de 80 años de cárcel refleja la “gravedad de los crímenes” juzgados y la responsabilidad de Taylor en la comisión de estos hechos y han pedido que la elevada edad del procesado y el hecho de que tenga familia no influyan en la decisión de los jueces.
“Los crímenes intencionados, crueles y salvajes incluyen ejecuciones públicas, amputaciones de civiles, la colocación de cabezas de decapitados en puestos de control, violaciones en público de mujeres y niñas y la quema de personas vivas dentro de sus viviendas”, escribió la fiscal, Brenda Hollis.
“CHIVO EXPIATORIO”
Los defensores han alegado que la sentencia de 80 años es “manifiestamente desproporcionada y excesiva” y han asegurado que durante el juicio únicamente se ha podido determinar una culpabilidad indirecta de Taylor, ya que, han advertido, solo ayudó a los rebeldes sierraleoneses y nunca los llegó a dirigir.
Según los abogados, su cliente no debe cargar sobre sus hombros todas las culpas de lo sucedido en la guerra civil de Sierra Leona y, en este sentido, han advertido en su declaración escrita de que el tribunal no debe apoyar “los intentos de la fiscalía de proporcionar a la población de Sierra Leona un 'chivo expiatorio' extranjero en el que cargar toda las culpas colectivas de una nación”.