Un vertido de crudo deja sin agua y sin turismo a un pueblo de Venezuela
El estado venezolano de Monagas vive conmocionado desde el pasado 4 de febrero. Un vertido de petróleo provocado por la ruptura de un oleoducto que atraviesa la región ha contaminado el río que alimenta las plantas de abastecimiento de agua locales. Tras más de diez días sin suministro, este miércoles cientos de personas protestaron en la capital del estado, Maturín, a 410 kilómetros de Caracas. El derrame ha afectado también al turismo en la zona en la víspera de la celebración del carnaval ante el decreto del estado de emergencia, según han difundido medios ecologistas.
“Desde hace una semana no tenemos agua. Un camión ha venido dos veces, no tenemos agua para cocinar, bañarnos y tampoco tenemos dinero para estar compra agua (en botellas) todos los días”, dijo María Rodríguez, una ama de casa de 26 años que participó de la protesta, en declaraciones recogidas por las agencias de información internacionales.
Al menos un millón de personas se han visto afectadas por el vertido en el río Guarapiche y unos 2.000 voluntarios participan en las tareas de limpieza del cauce para poder restablecer cuanto antes el suministro de agua a los municipios de la zona. Peligran también las fiestas de Carnaval de la capital, una celebración que moviliza a unas 13.000 personas y que atrae a buena parte de turistas y visitantes a la ciudad.