La Audiencia Nacional condena a a cinco acusados de reclutar muyahidines
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó este miércoles a penas de entre 5 y 9 años de prisión por delitos de integración y colaboración con organización terrorista a cinco islamistas acusados de pertenecer a una célula encargada de reclutar y adoctrinar muyahidines con ramificaciones en Madrid y Barcelona, que fue desarticulada en Vilanova i la Geltrú en enero de 2006.
Los condenados por pertenencia son Omar Nachka (9 años), Mohamed Mrabet Fashi (7 años) y Saffet Karakoc (8 años). Por su parte, sobre Djmel Dahmani y Redouan Ayach han recaído penas de cinco años por colaboración. Uno de ellos, Mrabet, ha sido absuelto del delito de inducción al suicidio, del que le acusaba la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado, que solicitaba penas de hasta 18 años de cárcel para todos ellos.
Según indica la sentencia, hecha pública este miércoles, los magistrados Ramón Saez, Javier Gómez Bermúdez y Javier Martínez Lázaro han absuelto a otras cuatro personas acusadas de los mismos cargos: Mohammed Samadi, Hassan Mourdoude, Mustaphá es Satty y Mohamed Anouar Zaudi.
Los dos únicos acusados que se encontraban en prisión --Nachka y Mrabet-- fueron puestos en libertad recientemente al haber cumplido en prisión preventiva más de la mitad de sus condenas. Por ello, su ingreso en la cárcel no se hará efectivo hasta que el Tribunal Supremo dicte una sentencia firme, informaron fuentes jurídicas.
RELACIÓN CON EL 11-M
El tribunal apunta, además, en su resolución, que Nachka, considerado líder del grupo, ayudó a huir de España al presunto autor material de los atentados del 11-M Mohamed Belhadj, que se encuentra actualmente encarcelado en Marruecos a la espera de juicio. En concreto le facilitó un pasaporte y 700 euros para que pudiera abandonar el territorio nacional.
La resolución destaca que posteriormente “le sostuvo económicamente haciéndole llegar diversas cantidades de dinero” que en alguna ocasión le fueron entregadas por personas formadas como suicidas. Además, le visitó en Amberes en el años 2005 y le pidió “que se quitara de enmedio para no ser detenido y que se fuera a combatir a Irak”.
Los magistrados ponen también de manifiesto el rol jugado por Mrabet, que regentaba en Vilanova negocios de carnicería y “tenía un papel importante en la comunidad musulmana de la ciudad, en la que actuaba como líder y representante, y disponía libremente de los fondos que se recaudaban para la mezquita”.
ATENTADO DE NASIRIYA
Según explica la sentencia, Mrabet mantuvo como trabajador en sus establecimientos a un joven argelino que murió ejecutando un atentado suicida contra el cuartel de los Carabineros italianos en la ciudad de Nasiriya, el 12 de noviembre de 2003. Antes de abandonar España, el suicida dejó en el domicilio del carnicero su documentación personal y otros objetos de caracter privado.
A pesar de que según los magistrados, Mrabet ayudó “económicamente a su familia y al propio Belgacem” y estaba “al tanto de sus proyectos”, el tribunal ha considerado que no existen pruebas suficientes para condenarle por la comisión de un delito de conspiración para cometer asesinato. El tribunal no acepta que hubiera “motivado o inducido a Belgacem y otros a actuar como terroristas suicidas”, dice la resolución. En este sentido el tribunal recuerda que el delito de inducción al suicidio “requiere que la influencia sea eficaz, directa y mediante una conducta activa”.
Los condenados, que fueron detenidos como resultado de la denominada 'Operación Chacal', integraban dos células que operaban en Madrid y Cataluña y que tenían como finalidad el envío de personas a Irak para incorporarse a las actividades terroristas violentas dirigidas por Al Qaeda contra objetivos civiles y militares. La célula tenía conexiones con otra desarticulada en la localidad de Santa Coloma de Gramanet en julio de 2005 a través de la conocida como 'Operación Tigris'.
Los dos grupos a los que pertenecen los acusados estarían encuadrados en el organigrama del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) e integrados en la disciplina del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) y habrían tenido como finalidad “captar y adoctrinar” en el pensamiento del 'salafismo yihadista' a personas que se habrían integrado en Ansar Al Islam/Al Sunna, grupo liderado por Abu Musab Al Zarqawi, lugarteniente del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.
UN BURKA EN LA AUDIENCIA
A finales del pasado mes de septiembre, el juicio contra esta 'célula' motivó cierta polémica al tener que aplazarse porque una de las testigos citadas, Fátima Hssisni, no accedió a retirarse el burka que llevaba para declarar ante el tribunal. Se levantó el velo en la siguiente sesión, para mostrar desde las cejas al mentón, ante la advertencia del presidente de la sala, Javier Gómez Bermúdez, que le avisó de las consecuencias jurídicas a las que podría enfrentarse en caso de negarse a colaborar.