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Opinión - ¡Con los jueces hemos topado! Por Esther Palomera

Condenan a 18 años a los etarras Arzalluz y Mendizabal

MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

La Sección Tercera de la Audiencia Nacional ha condenado a 18 años de prisión a los miembros de ETA Asier Arzalluz Goñi e Idoia Mendizabal Múgica por intentar asesinar a la delegada de Antena 3 en el País Vasco, María Luis Guerrero, a la que enviaron un paquete explosivo el 17 de enero de 2002 que pudo ser desactivado.

Además, los magistrados Alfonso Guevara, Guillermo Ruiz Polanco y Angeles Barreiro han impuesto a los condenados el pago de una indemnización de 100.000 euros a la periodista y otros 50.000 a su hermana, cuya hija, sobrina de la delegada, estuvo a punto de abrir el paquete-bomba.

La sentencia incluye también una indemnización suplementaria de otros 50.000 euros para los herederos de la madre de la víctima, ya fallecida, y que también se encontraba en el domicilio en el momento en que llegó el artefacto.

“ES UN REGALO PARA LA TÍA”

Durante la vista oral Guerrero prestó declaración a través de videoconferencia y explicó que su sobrina de tres años que estuvo a punto de abrir el paquete al pensar que era “un regalo” para su tía.

La delegada explicó que se dirigía a su domicilio cuando recibió una llamada de su madre en la que le contaba que había llegado un paquete a su nombre de Confebask que parecía un libro. La niña manipuló el artefacto oculto después de exclamar: “¡es un regalo para la tía!”.

El tribunal considera demostrado que los dos condenados formaban parte del 'comando K Olaia' de ETA y, siguiendo las “directrices” marcadas por la dirección de la organización, pretendían “acabar con la vida” de la periodista.

Para ello, fabricaron un paquete que simulaba tener como remitente a la patronal Confebask que fue entregado por una empresa de mensajería en el domicilio de Guerrero. El artefacto pudo ser desactivado antes de que hiciera explosión aunque el hecho provocó un cuadro depresivo a la madre y la hermana de la delegada de Antena 3.

La resolución destaca que las huellas de Arzalluz y Mendizabal fueron localizadas en un tuperware localizado en el piso de la localidad vizcaya de Amorebieta utilizado por el comando. También se encontraron sus huellas en unas fotocopias del un 'zutabe' hallado en la casa.

En opinión de los tres jueces, “la presencia tangible de los acusados en el piso se convierte en un indicio poderoso para inferir que intervinieron en el montaje del paquete-bomba”.

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