El PSOE redobla sus contactos en el Congreso para evitar congelar la Ley del Aborto
El PSOE afronta el próximo Pleno del Congreso, el penúltimo del periodo ordinario de sesiones, con la exigencia de redoblar sus esfuerzos negociadores para que su estrategia de la “geometría variable” permita frenar propuestas de la oposición que pretenden congelar la reforma de la Ley del Aborto, reducir el tamaño del Gobierno y obligar al presidente del Gobierno a comparecer en sesión plenaria antes de julio. Para evitar demorar la Ley del Aborto hasta que exista un consenso total en el Congreso, los socialistas tratarán de sumar el voto de Nafarroa Bai, de Coalición Canaria (dos diputados) y de los parlamentarios de Convergencia (CDC).
Por un lado, el PSOE se enfrenta a una petición de Izquierda Unida, firmada también por el PNV, para que José Luis Rodríguez Zapatero acuda al Congreso antes del verano para informar, en sesión plenaria monográfica, sobre la situación de la economía y la evolución del desempleo.
El diputado de IU y promotor de la iniciativa, Gaspar Llamazares, recordó que el pasado mes de enero el Gobierno se comprometió ante la Diputación Permanente del Congreso a celebrar este semestre dos comparecencias monográficas sobre economía. Una se materializó el 10 de febrero y quedó pendiente la segunda para antes de que acabe el presente periodo de sesiones, que finaliza el día 30.
Comparecencia de Zapatero
Comoquiera que quedan dos sesiones plenarias ordinarias y que el Gobierno no ha dado señales de cumplir esa promesa, IU y PNV han optado por registrar su petición de comparecencia y el tema podría sacarse a colación este martes, en la Junta de Portavoces que debe diseñar el siguiente pleno, el último ordinario del periodo de sesiones. El PP y los nacionalistas catalanes también estarían dispuestos a forzar ese debate económico con Zapatero.
Y por la tarde de ese martes, el PSOE se enfrenta a la primera votación de la legislatura sobre la ampliación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. En concreto, la Cámara Baja votará una moción del diputado de UPN, Carlos Salvador, quien planteará la conveniencia de “posponer la tramitación” del anteproyecto del Gobierno mientras “no se produzca el cambio en las circunstancias que permitiría la reflexión sosegada y el enriquecedor debate social multidisciplinar que este tema merece” y no haya al respecto un “amplio consenso social, político y parlamentario”.
El PSOE considera que ya ha habido un debate “sosegado” pues la reforma de la Ley de Aborto ha sido discutida tanto por el Congreso, que designó una subcomisión parlamentaria que acabó aprobando un dictamen tras meses de comparecencias y debates, como por la Comisión de Expertos nombrada al efecto por el Ministerio de Igualdad.
Por ello, los socialistas no podrían apoyar la redacción de UPN, como tampoco harán los diputados de ERC, IU, Iniciativa per Catalunya (ICV) y Bloque Nacionalista Galego (BNG). Estas fuerzas sumarían 176 votos, siempre que no haya ausencias, lo que representa justamente la mitad más uno de los diputados.
El Congreso, partido ante el aborto
Ahora bien, la moción de UPN también podría reclutar a la otra mitad de la Cámara. Su calculada redacción, limitándose a pedir que se congele la reforma hasta que haya más consenso, podría recabar fácilmente el apoyo del PP y de las formaciones nacionalistas, e incluso de UPyD, que no rechaza la Ley de Plazos, pero que ha criticado la gestión que ha hecho el Gobierno de la reforma.
Para asegurarse que la moción sea rechazada con claridad y evitar una imagen de división en la Cámara, los socialistas tratarán de sumar el voto de Nafarroa Bai, de Coalición Canaria (dos diputados) y de los parlamentarios de Convergencia (CDC), que disponen de libertad de voto mientras que sus compañeros de Unió (UDC) ya han anunciado su oposición radical al anteproyecto del Gobierno.
Otro reto para el PSOE será frenar la moción de Esquerra Republicana, que el martes emplazará al Gobierno a eliminar los Ministerios de Cultura, Vivienda e Igualdad y a regular el uso de los medios públicos por parte de José Luis Rodríguez Zapatero, los ministros y los altos cargos del Ejecutivo, especialmente a raíz de la polémica suscitada por el uso de un avión militar para trasladar al presidente durante la campaña electoral.
A finales del pasado mes de abril, el PNV ya sacó adelante una propuesta en el mismo sentido que la de ERC pero en la que se instaba al Gobierno a suprimir un ministerio en 2010, sin especificar cuál, una iniciativa que cosechó el apoyo del PP y de CiU, lo que provocó que el PSOE perdiera su primera votación en el Congreso de esta legislatura.
