El socialista Pedro Castro presidirá cuatro años la Federación de Municipios
El alcalde de Getafe (Madrid), el socialista Pedro Castro, fue elegido este domingo, tal y como estaba previsto, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para los próximos cuatro años, en una asamblea marcada por la polémica enmienda del PP sobre la Ley de Banderas.
Uno de los alcaldes más veteranos de España -en febrero cumplirá las bodas de plata al frente del Ayuntamiento de Getafe- encabezará una ejecutiva que, según las resoluciones aprobadas, dará un decidido impulso a las políticas de inmigración, vivienda e igualdad y exigirá al Gobierno, a las comunidades y a los partidos un gran pacto de financiación local. Dada la imposibilidad de consensuar una candidatura única entre los dos grandes partidos, la asamblea tuvo que optar entre dos candidatos a la Presidencia, Pedro Castro y la alcaldesa de Lizartza, Regina Otaola, del PP, que se tuvo que conformar con la vicepresidencia primera, mientras que la segunda sigue en manos de Rosa Aguilar, de IU.
El PP no consiguió que prosperara una enmienda para obligar a todos los ayuntamientos a colocar la bandera española en el balcón principal y en un lugar destacado en el interior, pero el PSOE justificó su rechazo al señalar que la asamblea no era el lugar adecuado para debatir ese asunto.
Discusión sobre el sistema de votación
Unos de los aspectos más debatidos en esta IX Asamblea fue el sistema de voto ponderado de la FEMP, muy criticado por el Partido Popular, que reivindicó el sistema de “un concejal, un voto” que le favorecería. De un total de 27.290 votos, Castro recibió 15.977 apoyos, mientras que la candidata “popular” recabó 11.310, a los que hay que sumar tres votos en blanco.
El recién elegido presidente de la FEMP dirige uno de los más importantes municipios del denominado “cinturón rojo” de la Comunidad de Madrid y ha conseguido transformar hasta cambiar la imagen de ciudad periférica e industrial que tenía Getafe. El empeño de Castro por revitalizar este municipio del sur de Madrid, que además tiene un equipo de fútbol en primera división, diócesis y la tercera universidad de la región, la Carlos III, le han permitido a este alcalde reivindicar su ciudad como sede de la capital de su Comunidad.
Tras las votaciones, la Ejecutiva de la FEMP estará integrada por once representantes socialistas, once del PP y los tres restantes, de un total de 25, se reparten entre IU, CiU y Partido Aragonés (PAR).
“Pariente pobre de la Transición”
En una intervención ante la asamblea, a la que asistieron este fin de semana más de 3.000 alcaldes, Castro exigió que el municipalismo “sea considerado Estado” para que deje de ser “el pariente pobre de la Transición”. Después de ser elegido presidente, expresó su deseo de que los grandes desarrollos urbanísticos contemplen como mínimo el 50% de viviendas de protección oficial.
Por su parte, Regina Otaola, en su discurso de presentación como candidata, defendió la ley y la libertad por encima de las imposiciones de los terroristas y consideró “inadmisible” que quienes se sirven de la violencia compartan escaños en los plenos. La candidata del PP reivindicó la autonomía municipal, la suficiencia financiera y la utilidad de la descentralización de competencias.
Entre las resoluciones aprobadas, la FEMP acordó elaborar un código ético para alcaldes y concejales con los principios fundamentales que deben regir una acción de gobierno, basada en la “transparencia, honestidad y eficacia”. Asimismo, decidió, en colaboración con el Ministerio de Administraciones Públicas, elaborar unos criterios objetivos que permitan definir el marco de retribuciones “máximo y mínimo” para cargos públicos locales, al objeto de eliminar, en la medida de lo posible, las disparidades existentes.
Con esta propuesta, elaborada por IU, se pretende “dignificar” las retribuciones de estos cargos y evitar los escándalos que se han producido en algunos ayuntamientos con los sueldos que se han fijado sus alcaldes y concejales.