Rusia, América, Europa, China: entre la verdad y las mentiras

Hay muchas personas que están cansadas de oír en los medios de comunicación contínuas noticias de guerras en marcha y de nuevas amenazas de guerra. Yo soy una de esas personas. Hay quien define la “objetividad” como la habilidad de considerar todas las posibles influencias en nuestro poder de observación. Con tal definición no se menciona el ajuste o proximidad a la verdad. Pues todo lo que hable de “verdad” está hablando de algo así como de una lejana religión perdida para nuestros tiempos actuales. La verdad ha sido sustituida por la opinión transmitida por los grandes medios de comunicación. Y las llamadas noticias suelen ser una manipulación o comentario interesado de los hechos. Los mismos hechos notificados por las agencias rusas no suelen coincidir con tales hechos cuando son transmitidos por agencias norteamericanas.

Hace unos días, el gobierno de Trump anunciaba haber bombardeado instalaciones nucleares de Irán, y hoy la agencia de espionaje de EEUU dice haber captado una conversación entre funcionarios iraníes indicando que los ataques fueron menos devastadores de lo anunciado por los portavoces de Trump. Eso ha publicado The Washington Post.

Por otro lado, en los encuentros de alto nivel celebrados en Estambul entre rusos y ucranianos, el negociador jefe ruso aseguró que el lunes siguiente explicaría detalladamente las condiciones de Moscú para una paz duradera.

Los enviados por el gobierno de Ucrania habían pedido en repetidas ocasiones recibir el memorándum de Rusia por adelantado, pero el Kremlin se negó. Tras poner en duda la participación de su país en las conversaciones, el todavía presidente ucraniano, Volódomir Zelenski, anunció finalmente que una delegación ucraniana asistiría encabezada por el ministro de Defensa, Rustem Umerov.

Durante la reunión, Rusia puso como condición que Ucrania retire sus tropas de las cuatro regiones ucranianas que Moscú se había anexionado. Hoy no, mañana… mañana.

En vísperas de las nuevas conversaciones previstas entre Kiev y Moscú en Estambul, el negociador jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinsky, declaró a la televisión rusa que la posición de Rusia en la que expondría sus condiciones para una paz duradera se explicaría «en detalle mañana».

Suena todo a una canción mexicana y si no fuera trágico sería propio de una comedia.

El presidente Zelenski de Ucrania es el jefe de Estado. Su mandato presidencial debería ser de cinco años y la Constitución sólo permite dos mandatos consecutivos. Desde el 20 de mayo del 2019 ocupó Zelenski tal cargo, pero no ha habido nuevas elecciones, sino que proclamando necesidades de guerra se ha acomodado en el sillón presidencial y ha estado viajando por toda la geografía mundial pidiendo dinero y apoyos para su causa. Sus cuentas personales en bancos occidentales han visto un crecimiento fuera de lo común, pero la población sigue afectada por la guerra y padece penurias y pérdidas económicas, familiares y de todo tipo.

China: ¿geopolítica o política de poder?

Las teorías tradicionales y dominantes de las relaciones internacionales siguen siendo la norma en los círculos diplomáticos y académicos de todo el mundo. Pero no resulta fácil utilizar estas teorías para explicar lo que está ocurriendo en el mundo actual. A algunos les resulta difícil encajar el comportamiento de China en una simple narrativa geopolítica. Sin embargo, muchos siguen viendo y explicando la política exterior china en este marco, cosa que descartan cuando escriben sobre Europa y las políticas de rearme y super-armamentos a nivel de Europa.

Dos verdades o solapadas mentiras: Lo que hacen los actuales gobiernos de Europa es bueno, lo que hacen chinos y rusos es malo. Si la capitalista Europa se rearma es por pura defensa, si eso lo hacen los rusos o chinos es por agresividad.

China, como potencia emergente, es la segunda mayor economía del mundo y pronto podría ser la primera. Las sospechas y dudas sobre las intenciones y ambiciones de Pekín son inevitables y aparecen como el pan nuestro de cada día en la prensa occidentalista.

El gobierno de China afirma que no es una potencia imperialista y que no tiene intenciones hegemónicas. Pero su expansiva “Iniciativa de la Franja y la Ruta” suscitó una fuerte oposición por parte de Estados Unidos y sospechas en muchos países del mundo. Las disputas sobre el mar de China meridional también ponen nerviosos a sus vecinos y agitan a Estados Unidos, que ha calificado a China de potencia «revisionista» que intenta trastornar el orden existente y sustituir a Estados Unidos como potencia mundial dominante.

Todo esto sucede mientras China declara abiertamente que ni siquiera quiere ser la segunda potencia mundial. Ser la tercera resulta mucho mejor porque no tendrán al de arriba vigilándoles.

No resulta fácil en los medios occidentales encuadrar las crecientes actividades e influencia internacionales de China con su afirmación de intención no-hegemónica. ¿Qué concepto tiene realmente la élite dominante de China sobre el mundo y las relaciones entre naciones?

Según EEUU y la Europa capitalista, los chinos quieren dominar el mundo, mientras que ellos son partidarios de la libertad de los pueblos. Claro que tales afirmaciones no se corresponden con la carrera armamentista emprendida por el nuevo gobierno de Alemania ni con las acciones y declaraciones del Presidente Trump.

Tanto los oligarcas europeos como americanos nos colocan al borde de una extensión de la guerra. Y eso aumenta el peligro de que se convierta en guerra nuclear con bombas atómicas de nuevo tipo.

No se trata de que en nuestra España los ciudadanos nos pongamos uniforme militar y nos armemos con ametralladoras, se trata de que tomemos conciencia de que como ciudadanos somos individuos libres y no ovejas de rebaño ni bestias de una jauría. Tal conciencia individual no es ni será cómoda, pero es condición necesaria para evitar bajar la cabeza ante los de arriba y conformar una opinión pública a favor de la paz, la libertad y de frenar el armamentismo.