Ashotel ve otros intereses en la rebelión de Bravo
El presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), Jorge Marichal, ha expresado su apoyo a la Ley de Modernización y Renovación Turística y rechazado los términos en los que ha planteado su oposición el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna.

Es más, cree que la bandera de la defensa de la construcción de camas de cuatro estrellas es una “alegoría” que esconde “asuntos de especulación de suelo”.
“Es posible que algunas críticas en Gran Canaria estén relacionadas con el valor de suelo, pues si lo vendes para construir determinado producto su precio siempre será mayor que si en el mismo se puede construir algo inferior y con otra finalidad”, ha asegurado.
Marichal, que ha participado junto a varios miembros del Comité Ejecutivo de Ashotel en un encuentro con los medios de comunicación para hacer balance de la situación actual del sector, ha recordado que “la ley dice bien claro que su objetivo es la modernización y la rehabilitación, pero algunos parece que estaban esperando otra cosa”.
“Estoy en absoluto desacuerdo con los que se alzan como la voz de todos los empresarios grancanarios, porque no es cierto, he hablado con muchos de ellos que no piensan igual”, ha asegurado.
La mayor capacidad de crecimiento
Aunque reconoció que el texto es mejorable, sobre todo en el sector extrahotelero, y que no garantiza la financiación, insistió en que “las leyes autonómicas se hacen para todas las islas” y no para favorecer a una respecto a otras, sobre todo porque “no se dice que es imposible que haya camas de cuatro estrellas, sino que deben estar sujetas a rehabilitación”.
“No podemos jugar un partido cada uno con una pelota distinta”, ha dicho Marichal.
Y ha añadido: “la isla que más capacidad de crecimiento de camas tiene es Gran Canaria, tanto por cantidad de suelo como por posibilidades de renovación”.
Por último, el presidente de Ashotel ha insistido en que “el destino debe mejorar y volver a la rentabilidad”, motivo por el que hay que acabar con la obsolescencia de la planta alojativa.
“Si tenemos más camas que gente, hay que mejorar las campara para que la gente que venga sea de más calidad y ofrezca más rentabilidad”, ha concluido.