Costas prevé nuevos derribos en Cueva de la Negra
La Demarcación General de Costas prevé nuevos derribos de inmuebles en la zona de Cueva de la Negra, al sur de Pájara. Algunos de los vecinos de este enclave han recurrido la orden de demolición prevista para este martes y no saben cuánto tardarán las palas excavadores en reducir a escombros lo que para algunos de ellos constituye, incluso, su hogar de nacimiento.
Critican el papel adoptado por el Ayuntamiento de Pájara por haberles “traicionado y engañado” al instarles a firmar documentación que permitió la demolición de algunas de las viviendas con el objeto de “ahorrarnos el dinero de las excavadoras”, denuncia Vicente Suárez, uno de los afectados.
Suárez explica el propio Ayuntamiento de Pájara reconocía, en un documento cuyo registro de salida tiene fecha de 13 de julio de 1984, la adquisición de una de las viviendas afectadas por parte de su padre, Juan Rodríguez, a su abuelo, José Vicente, titular de la vivienda en cuestión que fue construida aproximadamente, según reza el papel, en los años 30. Una información que, detalla el escrito, se presentaría ante la Administración de Costas.
Posteriormente, y con la entrada en vigor de la Ley de Costas, en 1988, las propiedades, 11 en total en esta zona, quedaban al margen de la legislación.En 1994, los propietarios recibían las primeras notificaciones de la Demarcación de Costas informándoles de que sus casetas ocupaban el dominio público marítimo terrestre, por lo que debían ser eliminadas.
Una cuestión que dicen no entender “porque la ley es muy posterior a la construcción de los inmuebles”, además, insisten “hay hoteles en Fuerteventura que no cumplen con la legalidad y que continúan en pie, sólo se meten con los pequeños”, argumentan.
El año pasado, responsables municipales del Ayuntamiento de Pájara mantuvieron varias reuniones con los propietarios de las viviendas de Cueva de la Negra y Punta Salinas “con el objetivo, dijeron, de ayudarnos a salvar las casas”, constata Suárez. En los encuentros, lograron ganarse la confianza de los vecinos pero, “poco después de habernos pedido la documentación que teníamos sobre las propiedades, diciendo que se iban a Las Palmas porque era el último intento, comenzaron a llegar las denuncias”.
Las críticas a la gestión llevada a cabo por el Ayuntamiento sureño no finalizan aquí. Al parecer, según explica Suárez, la administración local les ofreció “firmar unos papeles para que no tuviéramos que correr con los gastos de derribo, ya que, nos dijeron, lo harían ellos para ayudarnos”.
El Ayuntamiento tenía “la jugada pensada”
Muchos firmaron, renunciando sin saberlo, a cualquier derecho sobre la propiedad. “A mi tía la engañaron, su vivienda no estaba dentro del deslinde, firmó y se la tiraron”, afirma el afectado, quien asegura que el Ayuntamiento ya tenía “la jugada pensada” pues ha proyectado para el lugar unas zonas de acampada que gestionará directamente la propia administración local, también rectora del Parque Natural de Jandía.
Vicente Suárez denuncia, asimismo, que al día siguiente a que el Ayuntamiento se ofreciera a derribar las construcciones saquearon las casetas, “no sólo robaron neveras, como robaron, sino que fueron a destrozar, a arrasar puertas y ventanas” para dar una imagen de desolación que no se ajusta a la imagen habitual de las viviendas, constata.
Ahora, únicamente quedan cuatro casetas en pie en Cueva de la Negra. Sobre ellas pesa una sentencia, que saben, no podrán posponer durante mucho tiempo. Vicente Suárez es el único que sigue luchando “los demás, sufren alguna enfermedad o andan escasos de recursos para continuar batallando”, explica el afectado, quien deberá abonar casi 4.300 euros cuando el derribo se haga efectivo “por algo que yo no he hecho y que lleva ahí desde los años 30, es injusto”, sentencia indignado.