Educación ve “complicado” usar la comida sobrante de los comedores escolares
El vicepresidente y consejero de Educación del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez (PSOE), ha cuestionado este miércoles la utilidad y viabilidad de la propuesta de distribuir a familias necesitadas comida sobrante de comedores escolares, algo que, “de entrada”, ve “complicado”.
“En general, no sobra un volumen de comida suficiente, en mi opinión, como para generar un sistema homogéneo, estable y, sobre todo, regular de trasvase de supuesta comida sobrante a otros fines”, ha declarado Pérez, a ser preguntado sobre la decisión del Parlamento canario de instar al Ejecutivo a tratar de poner en marcha en sistema que permita aprovechar esos alimentos.
El responsable de Educación ha expuesto que organizar un sistema con ese fin no parece procedente, en primer lugar, porque podría no haber siquiera alimentos que distribuir, ya que en los colegios “no se encargan más comidas de las que normalmente están contratadas por los comensales”.
Con lo cual, la comida que puede que sobre es, “normalmente, la de los alumnos que faltan ese día”, e incluso puede que no sea ninguna, si todos los escolares de cada comedor acuden a él, ha dicho.
Pérez ha subrayado que, además, “no es fácil de prever” de una jornada para otra si va a faltar o no algún alumno, con lo cual “es imposible planificar con exactitud meridiana todos los días cuántos menús no van a ser consumidos”, que, en todo caso, ha insistido en que “son mínimos”.
El vicepresidente ha agregado que a esa realidad hay que sumar otro factor que determina que “no sea sencillo” acometer una propuesta así, pues habría que buscar también fórmulas que garantizaran desde el punto de vista sanitario el buen estado de los posibles alimentos a repartir hasta que llegaran a sus eventuales destinatarios.
Algo que el consejero ha resumido gráficamente señalando que “sacar comida de un centro educativo, sanitariamente hablando, ahora es imposible”.
“Hay un control muy exhaustivo y, por tanto, no es fácil que los mecanismos de control sanitario permitan flexibilizar estas cuestiones”, ha argumentado.
En cualquier caso, se ha mostrado dispuesto a hablar con la Consejería de Sanidad, “por si ellos ven alguna posibilidad”, antes de reiterar que no cree fácil poder organizar un sistema como el pretendido por el Parlamento porque habría que someterlo a sus controles, que ha recalcado que “son fuertes”.