Isolux rechaza toda culpa en el exceso de boro en el agua potable de Emalsa
Isolux Corsán, que construyó dos módulos de desalación de Las Palmas de Gran Canaria, rechazó este miércoles responsabilidad alguna en el aumento de boro en el agua de la capital grancanaria, asegurando que la construcción de dichas instalaciones se realizaron conforme a los parámetros del pliego de condiciones del Ayuntamiento capitalino.
“Ejecutamos la obra conforme al proyecto y al pliego de condiciones que estableció el Ayuntamiento. Además, no hicimos la obra a escondidas porque en todo momento durante la misma hubo una dirección de obras del Ayuntamiento de Las Palmas que supervisaba todo lo que estábamos haciendo. Posteriormente, una vez terminadas las obras, se inició un periodo de pruebas del funcionamiento que duró dos meses”, explicó la directora de Comunicación de Isolux, Isabel Saracho.
Al respecto, la portavoz de la empresa afirmó que durante el periodo de prueba la instalación de Isolux produjo el caudal de agua desalada “exigida tanto en calidad como en cantidad” por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. “Este periodo de prueba se superó”, apuntó.
Asimismo, recordó que semanas después la empresa que gestiona el agua en la capital grancanaria, Emalsa, emitió un comunicado en el que “dice textualmente que los dos nuevos bastidores de desalación construidos por Isolux han superado una importante mejora en la Por estas circunstancias, la portavoz de Isolux indicó que el incremento de los niveles de boro podrían deberse a problemas de mantenimiento. ”Cuando tu no eres ni el que explota, opera, ni mantiene la planta, la producción de boro de cada uno de los módulos depende mucho de mantenimiento“, subrayó Saracho.
Las mismas menbranas en todos los módulos
Respecto a las membranas de las que disponen las desaladoras, aseguró que las instaladas por Isolux se pusieron “no solamente conforme al pliego sino que además son las mismas que hay en los otros módulos de Las Palmas, y que ahora Emalsa por lo visto está cambiando”.
De todos modos, explicó que la obra de ambos módulos fue licitada antes de la salida del Real Decreto 2003 en la que establecía unas limitaciones de boro en grifo. La cantidad de boro que llega a grifo “no es una cuestión ya de una membrana, es una cuestión del que explota la planta”.
Las particularidades sobre los límites de concentración y las indicaciones de etiquetado para los componentes de las aguas minerales naturales, así como las condiciones de utilización del aire enriquecido con ozono para el tratamiento de las aguas minerales naturales y de las aguas de manantial fueron especificadas en la Directiva 2003/40/CE de la Comisión Europea, de 16 de mayo de 2003.
Agregó que las membranas de Isolux, al igual que “todas” las instaladas en los otros módulos de la capital grancanaria, “efectivamente permiten un paso de boro de entre 1,1 y 1,3 miligramos”.
En este sentido, incidió en que, de todas formas, el agua que llega al grifo “no es el que sale de la desaladora, luego el explotador la mezcla con otras aguas normalmente provenientes de otros suministros como pueden ser pozos o embalses, y esa mezcla es la que llevada a grifo tiene que dar los niveles de boro pertinentes”.
Rectificación a Emalsa
Por todo ello, Isolux ha considerado que la respuesta de la empresa al respecto “no procede”, de ahí que le haya solicitado “una rectificación de las mismas” a través de un burofax que han enviado a Emalsa, de capital mixto, participado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. De hecho, la rueda de prensa para informar del exceso de boro en el agua fue convocada por el consistorio capitalino y tomaron parte en ella el concejal del área, Néstor Hernández, y el gerente de Emalsa, Jesús Blanco.
En cuanto a las acciones que llevarían a cabo si Emalsa no rectifica, señaló que los abogados de Isolux estudian “posibles acciones” aunque esperarán al próximo viernes, 24 de abril, ya que se prevé que el director de Emalsa haga declaraciones respecto a dicha situación para, posteriormente “tomar una decisión”.