Cuanto más modernos son los aviones, más vulnerables resultan a las nubes volcánicas, según una experta
TORRELAVEGA, 15 (EUROPA PRESS)
La jefa del Centro Geofísico de Canarias, del Instituto Geográfico Nacional, María José Blanco, cree que la erupción del volcán islandés Eyjafjalla ha demostrado que cuanto más modernos son los aviones, más vulnerables resultan a las nubes volcánicas.
“Pueden pasar tormentas de arena, que son mucho más densas, pero las partículas volcánicas hacen que un avión pueda venirse al suelo, porque se paran los reactores”, ha explicado en el marco de uno de los cursos de verano de la Universidad de Cantabria.
Según Blanco, esto se debe a dos factores: la abrasión, que destroza la superficie al chocar con ella, y la composición de las partículas, que provoca el paro de los reactores. Por ello, es necesario buscar un sistema de protección para evitar que las partículas de ceniza entren en los reactores.
En este sentido, ha destacado que “las compañías aéreas se han dado cuenta de que, aunque la investigación es costosa, es más barato que tener a los aviones volando por otros sitios o mantener los aeropuertos cerrados”.
Según informa la UC en nota de prensa, en su intervención en el curso la jefa del Centro Geofísico de Canarias ha recordado que Islandia es una zona volcánicamente activa, donde la frecuencia de erupciones es alta.
Sin embargo, desde que existe la aviación, siempre que había habido una erupción los vientos llevaban la nube hacia el Norte. En esta última ocasión, “por primera vez los vientos han ido hacia el Sur” y, con ello, “un volcán que tiene una actividad, muy pequeña desde el punto de vista volcánico, ha tenido una trascendencia social y económica muy grande”.
A raíz de esa erupción, Blanco cree que la vulcanología “ha dejado de ser una ciencia desconocida y sin importancia, más allá de las zonas volcánicamente activas, y se ha visto que tiene una importancia que traspasa fronteras”.
En España la zona volcánicamente activa es Canarias, donde ha habido 17 erupciones históricas y “seguirán produciéndose”. En el caso de España, hay otras zonas que han tenido actividad hace mucho tiempo, geológicamente hablando, como Olot en Girona y Campos de Calatrava, pero “son zonas que, aunque tienen un cierto nivel de actividad remanente, la previsión es que no entren en erupción en muchísimos años, si alguna vez vuelven a entrar”.