SCTF debe dar por perdidos 101 millones de euros no recaudados
El informe elaborado por la Audiencia de Cuentas sobre la situación financiera del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife refleja que en el ejercicio de 2009 la cantidad de dudoso cobro se elevaba ya a 101,2 millones de euros. La Audiencia considera que en realidad se debe hablar de imposible recaudación ya que muchas de las cantidades han prescrito y además el organismo fiscalizador tampoco parece tener mucha confianza en la capacidad que hasta ahora ha demostrado esta institución para que los vecinos cumplan con sus obligaciones fiscales. Desde la Audiencia se constata que esta variable ha ido a peor según se van analizando cada uno de los diferentes ejercicios.
En 2009, fecha central en la crisis económica, la Corporación sólo logró cobrar el 74,5% de sus impuestos y tasas, un índice que está por debajo del 80% que se considera el límite mínimo aceptable. Este indicador registró una caída del 5,1% desde el año 2006 hasta el último ejercicio analizado. Un dato llamativo es el endeudamiento por habitante que se obtiene diviviendo la deuda financiera total existente entre el número de vecinos. Pues bien, en ese año se observó un aumento de 163 euros por cada uno de los chicharreros, pasando de 319,3 euros de 2008 a los 445,3 de 2009. Esta cifra significa casi el doble de lo que se había cuantificado tres años antes.
Pero el auténtico peso muerto del Ayuntamiento de Santa Cruz son los organismos autónomos. El caso más llamativo es la Gerencia de Urbanismo. En 2009 se presupuestaron 12,2 millones de euros pero a través de las diversas modificaciones se llegaron a gastar 83,3, lo que implica un incremento del 38% sobre las previsiones iniciales. Había unas estimaciones de cobro que sumaban 95 millones de euros de los que solamente se percibieron finalmente 12. Urbanismo durante ese año contabiizó 35 millones de euros de dudoso cobro que seguramente jamás entrarán en las arcas del organismo autónomo.
El nuevo grupo de gobierno encabezado por el alcalde, José Manuel Bermúdez, cuantificó recientemente en 83 millones de euros el montante “de difícil recaudación” que se corresponde al pasado año 2010. El propio concejal de Hacienda, Alberto Bernabé, reconoció que ya han dado de baja 60 millones al admitir que nunca podrán ser cobrados por parte del Ayuntamiento. No obstante, aseguró que el nuevo equipo de gobierno tenía “la firme voluntad de no gastar lo que no se tiene” y que se habían “identificado claramente las áreas de mejora”. Ya en 2010 las alarmas saltaron después de que el Servicio de Intervención municipal reflejase en su informe sobre la liquidación de las cuentas de 2009 que la corporación local se encontraba al borde de la quiebra técnica. Por ello se puso en marcha una política de recortes en los gastos que llega al punto de que durante los últimos ejercicios se prohibe el pago de horas extras a los funcionarios como regla general.