Atención: microalgas tóxicas

Microalgas en la costa de Mogán

Macame Mesa

Las Palmas de Gran Canaria —

Han sido vistas en la tinerfeña costa de Güímar, o en El Rosario, donde varios bañistas tuvieron que ser atendidos por vómitos y urticaria, y son las responsables de que en Las Teresitas luzca la bandera amarilla y de que el mar muestre lo que se asemeja a una espuma amarillenta. Viajan a gran velocidad, de forma que han afectado a distintas zonas de La Gomera, El Hierro, La Palma y han llegado hasta Mogán, municipio del sur de Gran Canaria.

Se trata de las denominadas microalgas, en concreto de la variedad Trichodesmium erythraeum, cuyo viaje por las corrientes marinas hace que su aparición en la costa sea impredecible. Esto ha ocasionado que la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias haya recomendado a los ayuntamientos que detecten la presencia de estas floraciones masivas (blooms), que instalen carteles o indicaciones de aviso a los usuarios.

Salud Pública señala que son un fenómeno natural, que se produce como consecuencia de diversos factores biológicos, ambientales y climatológicos, llegando a producirse proliferaciones esporádicas que se manifiestan dando lugar a cambios en la coloración del agua que las contiene.

El técnico de Medio Ambiente del Ejecutivo regional Rogelio Herrera, que ha estudiado este tipo de microalgas, explica a Canarias Ahora que la floración de la Trichodesmium erythraeum tuvo lugar hace más de un mes y que es la tercera vez que esta especie recala en la Islas de forma masiva. El Archipiélago ya había sufrido estos blooms en 2004 y en 2011.

“Es un fenómeno totalmente natural, pero todavía es pronto para saber si ahora hay más proliferaciones que en los últimos años. Entre otros aspectos, tiene que ver la estabilidad del mar y el aumento de la temperatura, así que es esperable que sean más frecuentes en el futuro”, asevera.

Herrera afirma que esta especie se genera a varios kilómetros de la costa y que no es el resultado de los vertidos que puedan generar las islas y terminan en el mar, sino del cambio climático. Al respecto, indica que el incremento de la temperatura del océano está haciendo que especies tropicales proliferen en el Archipiélago.

“Aquí hubo unas semanas de calma que permitieron que se desarrollaran floraciones y por diferentes condiciones se quedaron las natas al sotavento de las Islas y según las corrientes, las mareas y los remolinos, circulan a la deriva y un día te las encuentras en una playa y mañana un poco más allá”, explica.

Herrera insiste en que se trata de fenómenos naturales para los que se requiere prevención y en que “no hay que alarmarse, sino saber cómo reconocerlo y cómo nos tenemos que comportar, nada más”.

La doctora en biología y profesora del Departamento de Botánica y Fisiología Vegetal de la Universidad de La Laguna (ULL) Marta Sansón aseguró recientemente a Cope que había tenido la oportunidad de recoger muestras y no descartó que la mano del hombre y los vertidos hayan influido en la aparición de este tipo de manchas en el mar.

Sin embargo, sostuvo que “actualmente, este microorganismo se debe principalmente a los cambios más recientes, como es la temperatura del agua por el calentamiento global”.

Sansón explicó que las cianobacterias resultan visibles en la superficie, porque son fotosintéticas y, por lo tanto, buscan la luz para vivir y aparecen con el mar en calma y las altas temperaturas. “Como se reproducen muy rápido, se degeneran también muy deprisa, por eso hemos visto que en algunas de las zonas hay mal olor, porque todas estas células se mueren, se degradan”, apostilló. Serán los alisios los que dispersarán estas manchas.

El de las microalgas, sean tóxicas o no, es un fenómeno que el Gobierno de Canarias estudia junto con entidades científicas, como el Banco Español de Algas, y que cuenta con financiación europea.

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