Barreras y falta de información en el acceso a la vacuna del VPH para hombres jóvenes que tienen sexo con hombres
“Si no es por las redes sociales no hubiera sabido que puedo protegerme contra el virus del papiloma humano y de que soy yo quien se lo tiene que explicar a mi médico”. Así de contundente es J.P., de 19 años -que prefiere no revelar su identidad- al preguntarle sobre su experiencia con la vacuna del Virus del Papiloma Humano (VPH). “Me parece indignante que en una sociedad tan avanzada tenga que explicar en mi centro de salud que puedo optar a recibir esta vacuna siendo hombre”, cuenta, visiblemente indignado, al salir de su ambulatorio.
En 2019 la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias comenzó a implantar el nuevo calendario vacunal. En este se incorporó la vacuna del Virus del Papiloma Humano, que incluye nueve genotipos oncogénicos del VPH, en sustitución de las vacunas que se venían utilizando. Una decisión justificada por el incremento de protección directa que se obtiene frente a un número superior de genotipos de alto y bajo riesgo del virus. Además, desde ese momento se oferta este medicamento a Hombres que tienen Sexo con Hombres (HSH) hasta los 26 años, por su mayor riesgo de infección.
Sin embargo, el caso de J.P. no es el único que se ha encontrado con algunas barreras entre los sanitarios de la Atención Primaria del Servicio Canario de Salud para optar a recibir esta vacuna. Gabriel Falcón se enteró de que tenía derecho a recibir esa protección por parte de la Sanidad Pública y de que, probablemente, le iban a poner algún que otro problema, gracias a un amigo en las redes sociales.
Advertido de la situación se puso en contacto con su doctora y le solicitó optar a esta vacuna. Aunque en un principio no le puso impedimentos y le dijo que pidiera cita con su enfermera, el proceso para que pudiera aclarar todas sus dudas se alargó tres semanas. “La enfermera me llamó para preguntarme si me la habían recetado para luego indicarme que la tenía que llevar yo, que fuera a la farmacia y preguntara”, cuenta.
Tuvo que volver a llamar a su doctora, quien esta vez le indicó que todo se gestionaba desde el centro de salud. “Finalmente me dieron cita, pero mi enfermera no estaba al tanto del procedimiento, ni de que la vacuna estaba disponible para hombres hasta los 26 años”. Para Gabriel, todo el transcurso entre la primera llamada y hasta su cita se convirtió en un quebradero de cabeza, ya que estudia fuera de Gran Canaria y debe gestionarlo todo antes de marcharse. “Ahora estoy apurando para ponérmela a principios de septiembre y luego irme”.
Está muy contento de haber conseguido su cita para recibir esta vacuna, pero cree que lo podía haber hecho mucho antes si desde el centro de salud hubieran estado al tanto de esa situación. “No creo que tenga que ser yo quien tenga que explicar a los profesionales cómo es el procedimiento”.
El caso de Edu Medina, también de 23 años, es similar. La primera reacción de su doctora al preguntarle por la vacuna del VPH fue decirle que estaba destinada a chicas jóvenes. A partir de ese momento él mismo le explicó que desde 2019 está incluida para hombres menores de 26 años e inmediatamente su médica le indicó que se pusiera en contacto con la enfermera. Efectivamente tenía razón y le invitaron a iniciar el proceso.
Sin embargo, en estos momentos no puede recibirla ya que está realizándose un tratamiento biológico incompatible con esta vacuna. Ahora tendrá que ver la posibilidad que existe de solicitarla en el lugar en el que estudia, también fuera de la Isla. “No me enteré por ningún canal oficial, nadie me había dicho que existía, ni siquiera en las redes sociales, fue un amigo que me animó a solicitarla. De haberlo sabido antes me hubiera organizado para ponérmela”, afirma.
Para Medina es “una pena” que los chicos se tengan que enterar “por casualidad” y no sean los propios sanitarios quienes las ofrezcan. “Yo nunca había hablado de que existiese esa vacuna para hombres y también podemos sufrir el virus”.
Los tres coinciden en la importancia de que se encuentre incluida en el calendario vacunal y reconocen estar “felices” de que se vayan dando pasitos para conseguir unas relaciones sexuales más seguras. “Eso no quiere decir que se deje de usar la protección habitual, como el preservativo, pero es verdad que, con esta vacuna, de cara a tener relaciones sexuales, te sientes doblemente protegido y eso es una alegría”, matiza Medina.
Sin embargo, no existen estas dudas entre los profesionales de Atención Primaria a la hora de ofrecer estas vacunas a las mujeres. Luz G. recuerda que, cuando su hija cumplió los 14 años, el pediatra le insistió en que aprovechara la oportunidad que ofrecía el SCS de poner esa vacuna a la menor y de esta forma protegerla frente al VPH, que puede llegar a producir cáncer de cuello uterino. Sin dudarlo pidió cita para que se la pusieran a su hija. Pero hoy, cuando su hijo está a punto de cumplir 18 se pregunta por qué ningún profesional sanitario le invitó a hacer lo mismo.
“¿Por qué nadie se la ha ofrecido a mi hijo?”, se pregunta. “Con la niña me insistieron, pero con el niño nadie me ha contado ni siquiera que exista esa posibilidad”. Considera que hay un fallo de comunicación desde el propio sistema que debe tratarse cuanto antes para ofrecer esa opción a todas aquellas personas que se encuentren en los rangos de edad establecidos.
Desde la Consejería de Sanidad del Ejecutivo regional aseguran que tras detectar que algunos centros de salud carecían de la información correcta, la Dirección General de Programas Asistenciales ha reforzado la comunicación.
Por su parte, el jefe de epidemiología del Gobierno canario y presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García, afirma que “no se puede explicar” por qué se han dado esas situaciones en Atención Primaria, ya que la vacuna está incluida desde hace tres años. Si bien, cree que puede deberse a las circunstancias que se han generado por la pandemia de la COVID-19.
Recuerda que esta vacuna está recomendada para hombres que tienen sexo con hombres, hasta los 26 años y destaca su importancia. Así mismo, adelanta que se está estudiando la posibilidad de, en un futuro, incluirla para todos los hombres.
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