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Por qué Canarias registra la mayor cifra de casos importados de COVID-19 en España

Un voluntario de Cruz Roja toma la temperatura a una persona llegada de Madrid en avión a Gran Canaria

Toni Ferrera

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Canarias es la comunidad que más casos importados de coronavirus reporta en toda España. Los tres primeros puestos de la clasificación son para el Archipiélago (874 diagnósticos desde el 11 de mayo), Andalucía (858) y Cataluña (488). Madrid ni se acerca a estos datos. Solo entre la semana del 22 al 28 de diciembre, las Islas notificaron 52 positivos provenientes del exterior, un 28,88% del conjunto nacional. “Es una incidencia altísima”, destaca Beatriz González, catedrática e investigadora en Economía de la salud y miembro del comité científico del Gobierno regional. Hay días, según los informes del Ministerio de Sanidad, donde la lista de este tipo de contagiados se dispara. Por ejemplo, el 25 de este mes, se contabilizaron 27 infectados; el 20 de noviembre, 14; y el 19 de octubre, récord: 65 detecciones. La pregunta se hace imperativa, ¿por qué ocurre esto en Canarias?

Primero hay que poner contexto. Los casos importados en el Archipiélago se dividen en tres grupos: turistas que aterrizan en las Islas y contraen la enfermedad, viajeros nacionales que se trasladan a Canarias, y migrantes llegados en patera. Esto no ocurre en todas las autonomías. La mayoría no exige PCR, otras apenas reciben visitantes extranjeros y el flujo de migrantes que ha arribado de manera irregular en las costas canarias no tiene parangón. Ni en España ni en los últimos diez años. Estos tres hechos han llevado al Archipiélago a cubrir cerca del 19% de los casos importados a nivel nacional. Si analizamos los positivos autóctonos, esto es, los que se han dado entre residentes, la cifra cae hasta el 1,4%. “La desproporción es enorme”, subraya González. 

No hay turistas y no hay positivos

La obviedad en este punto se cumple. Canarias vive la peor crisis turística de su historia. Alemania y Reino Unido, los mayores exportadores de turistas, han cerrado a cal y canto y han colocado al Archipiélago como “zona de riesgo”. El resto de viajeros que provienen de países de riesgo (prácticamente todos en estos momentos) deben presentan una PCR negativa realizada en las 72 horas previas a su llegada, lo que ha terminado por rematar al sector por el alto coste de la prueba diagnóstica. 

Contagios de turistas sigue habiendo. Según fuentes internas de Sanidad, se notifican algunos todas las semanas, pero la incidencia es mínima. Los puertos y aeropuertos cuentan con controles férreos. Y el Ejecutivo de Ángel Víctor Torres siempre ha recordado que el turismo no ha sido puerta, hasta ahora, del virus. 

Los viajeros nacionales y las pruebas en destino 

El 18 de diciembre el Gobierno canario impuso la necesidad de certificar una PCR negativa en los seis aeropuertos del Archipiélago que operan con vuelos nacionales. Para los residentes en las Islas existe la posibilidad de acudir a un laboratorio en la Península y realizar la prueba de forma gratuita. Para los nacionales, el test se puede llevar a cabo en origen o en destino. De esta forma, si alguien decide subirse al avión sin la PCR, puede acudir a un centro médico en destino y guardar aislamiento hasta obtener el resultado de la prueba. En caso de dar positivo, se trata de un tipo de caso importado. Y con este modelo en la mano, Sanidad ha reportado 73 infectados hasta el 30 de diciembre. 

El otro tipo de caso importado es el del viajero nacional que se ha desplazado a las Islas a visitar un familiar o allegado, no es residente en Canarias, y da positivo tras unos días. Este es el patrón que más descubren los rastreadores. “La PCR es una radiografía de ese día. Si vienes de Madrid, das negativo, pero en unos días presentas síntomas y te contagias, es un caso importado”, explican.

La alta movilidad en las fechas navideñas implica una mayor carga de contagios. En España las cifras han repuntado y en Canarias es raro el día que las detecciones se encuentren por debajo de 200. “Es una fecha en la que todo el mundo se mueve. Y cuando para toda la movilidad de personas exiges pruebas, vas a reportar más casos”, señalan las fuentes especializadas. 

El cribado a los migrantes

Todos los migrantes que llegan a Canarias de manera irregular son atendidos por Salud Pública para detectar casos de COVID-19. Los más de 20.000 que han sobrevivido a la ruta canaria en 2020 pasan por una PCR y el proceso de cuarentena nada más llegar. Sanidad no reporta el dato de diagnósticos junto con el resto de casos autonómicos porque en esta situación no tiene un control real de la transmisión. Es una realidad exógena sobre la que no puede ejercer. 

Además, desaparece el rastreo y el concepto de “contacto estrecho”, ya que todos los tripulantes de la patera se ven sometidos a la prueba y son rápidamente aislados en caso de dar positivo. 

La cuestión aquí es que ninguna otra comunidad ha recibido tantos migrantes como el Archipiélago, por lo que el registro de casos importados se infla cada vez que se dan jornadas con 400 o 500 llegadas y algunas personas dan positivo. En una de las pocas ocasiones en la que se hizo público el registro real de migrantes infectados, allá por septiembre, Sanidad informó que solo 3 de los 168 brotes activos correspondían a este colectivo. Sin embargo, con respecto a los casos importados que se han dado en la última semana (52), fuentes internas sí informan que la gran mayoría corresponde a los migrantes que han llegado en patera.

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