Detenidas 76 personas por estafa a través de Internet
La Policía Nacional ha detenido a 76 personas por cometer diversas estafas a través de Internet, en la denominada operación Ulises, la mayor realizada en España contra el fraude en la red con actuaciones en catorce comunidades autónomas, incluida Canarias, y en la ciudad de Ceuta.
Los arrestados, según la Policía, empleaban diferentes modalidades para cometer sus fraudes, unos se dedicaban a realizar ventas o subastas fraudulentas de productos que nunca llegaban al comprador, y otros efectuaban transferencias bancarias no consentidas tras obtener las claves de acceso a la banca electrónica de sus víctimas.
Las cantidades defraudadas varían entre los 400 y los 10.000 euros, y se estima que la cifra total supera los 3 millones de euros, según un nota de prensa del Ministerio de Interior.
Al tratarse de estafas cometidas por Internet, y por tanto de carácter transnacional, con toda seguridad existen miles de perjudicados, aún sin identificar, tanto en España como en otros países, por lo que se continúan las gestiones a través de Interpol y Europol.
Fuentes policiales han informado de que el director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, ha dado instrucciones a los dos cuerpos para que intensifiquen las investigaciones con este tipo de fraudes en la red y para potenciar la labor preventiva mediante consejos a los ciudadanos para evitar ser víctimas de estos delincuentes.
La operación, coordinada por la Brigada de Investigación Tecnológica de la Comisaría General de Policía Judicial, se ha desarrollado en Madrid, Cataluña, Aragón, País Vasco, Asturias, Cantabria, Navarra, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Canarias, Baleares, Galicia y Andalucía, además de la ciudad autónoma de Ceuta.
El Ministerio de Interior considera que al tratarse de estafas cometidas por Internet y, por tanto, de carácter trasnacional pueden existir miles de perjudicados, muchos de ellos sin identificar, tanto en España como en otros países, por lo que continúa la investigación a través de la Interpol y Europol.
De los 76 detenidos, 47 son españoles, 5 ucranianos, 5 guineanos, 4 rumanos, 2 rusos, 2 marroquíes, un holandeses, un suizo, un venezolano, un alemán, un uruguayo, un brasileño, un armenio, un jamaicano, un camerunense, un argentino y un moldavo.
Para evitar este tipo de fraudes, la Policía recomienda a los usuarios de Internet, entre otras cosas, no hacer caso de los mensajes que reciben en su correo electrónico procedentes de supuestas entidades bancarias o de la Agencia Tributaria en los que solicitan datos personales.
También aconsejan comprar preferiblemente en aquellos comercios electrónicos que les inspiran suficiente confianza y desconfiar de los precios muy bajos ya que, recuerda, en un margen de libre competencia los márgenes comerciales no son demasiado grandes.
'Modus operandi'
El desarrollo de la Sociedad de la Información y el comercio electrónico aporta innumerables beneficios a las sociedades en general y a los ciudadanos en particular. Pero no se puede obviar que también en torno a la Red han surgido algunos grupos de delincuentes los cuales tratan de obtener importantes beneficios económicos al amparo de la aparente impunidad que proporciona Internet.
La operación Ulises ha centrado sus investigaciones en dos modalidades diferentes de estafa cometidas a través del a Red. Por un lado, se ha conseguido localizar y detener a varias personas que se habían especializado en vender o subastar todo tipo de productos (coches, televisiones, teléfonos móviles,...) a través de Internet. En estos casos la víctima no recibe el producto por el que ha pagado, y pierde todo contacto con el estafador que no responde a sus llamadas ni correos electrónicos. Los responsables de este tipo de fraude utilizaban conocidas páginas de compraventa de artículos o incluso, creaban sus propias páginas falsas.
Por otro lado, se han investigado también una serie de transferencias bancarias fraudulentas realizadas tras obtener las claves de acceso a la banca electrónica de las víctimas mediante técnicas de ingeniería social como el phising. Mediante esta modalidad de estafa, se suplanta la imagen de una empresa o entidad pública para engañar a la víctima, y se le solicitan las claves de acceso con el pretexto de actualizar las bases de datos, o de hacer una devolución de la Agencia Tributaria.
En otras ocasiones, captaban los datos mediante técnicas de pharming, que consiste en infectar los ordenadores con un troyano y así redirigir las páginas visitadas a las fraudulentas creadas para recabar los datos confidenciales. Una vez conseguidas las claves, realizaban transferencias hacia cuentas que previamente habían abierto las personas conocidas como mulas. Estas, tras quedarse con una suculenta comisión, remiten el resto del dinero al extranjero mediante empresas de envío de dinero rápido, lo que dificulta enormemente las investigaciónes.
Nuevas formas de delincuencia
En las nuevas formas de delincuencia que ha propiciado Internet la organización de los delincuentes es muy distinta de la tradicional. En este tipo de delitos no son necesarios grandes grupos, y tan solo con dos o tres personas, incluso en lugares muy distantes del mundo y sin conocerse personalmente, pueden obtener importantes beneficios
Hay algunos factores que influyen de manera importante para que Internet sea atractivo para los grupos de delincuentes. En primer lugar las estafas que cometen consideradas aisladamente no son delitos graves, y la pena en la mayor parte de los países de nuestro entorno no es elevada. Sin embargo, si consideramos la gran cantidad de potenciales víctimas que pueden existir y el carácter trasnacional de estos delitos la gravedad se acrecienta de forma notable.
En segundo lugar, la creación de una infraestructura para realizar este tipo de delitos resulta sencilla y económica en comparación con otras especialidades delictivas como con el tráfico de drogas, en el que es necesario alquilar barcos, modificar coches, etcétera. En las estafas por Internet basta con tener un ordenador y una conexión a Internet e incluso no es necesario si acuden a un cibercafé. En la Red la mayor parte de los servicios son gratuitos y por consiguiente los delincuentes apenas necesitan realizar gasto alguno para cometer los delitos.