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La dislexia y la hiperactividad causan el 25% de los casos de fracaso escolar

El 25% de los casos de fracaso escolar están provocados por problemas de dislexia y por el llamado trastorno de déficit de atención con hiperactividad, según la psicóloga clínica Isabel Menéndez Benavente.

Si no es detectada y tratada en los primeros años, según esta psicóloga con amplia experiencia en el estudio y el tratamiento del fracaso escolar, la dislexia puede ser la causa de un futuro abandono, “puesto que todo el aprendizaje está basado en un adecuado aprendizaje lectoescritor”.

Un niño puede ser disléxico si aprende tarde a hablar, si presenta dificultades motrices, si tiene más de 7 años y no sabe leer, si escribe con dificultad, si confunde conceptos temporales -hoy y mañana, antes y después...-, si no distingue derecha e izquierda, entre otros síntomas.

“Los padres deben acudir a un especialista lo antes posible. En infantil ya se detectan los problemas, y sobre todo en primaria. Hay que prevenir y curar para evitar males futuros”, destaca Isabel Menéndez Benavente.

En su opinión, “no hay niños vagos en primaria. Pueden ser más o menos trabajadores, pero a todos les gusta aprender. No conozco a ninguno que realmente no quiera estudiar. El problema viene después, cuando aparecen los problemas de aprendizaje”.

“Nunca es tarde -insiste- para prevenir y tratar las causas del fracaso escolar. Siempre y cuando se tenga el apoyo del centro y de la familia. Cada vez hay más medios para solucionarlo”.

Las causas emocionales o de carácter afectivo son muchas veces el detonante del fracaso escolar. “La depresión -destaca Menéndez Benavente- es mucho más frecuente en la infancia de lo que los mayores creemos”.

Entre esas causas estarían la muerte o enfermedad de uno de los progenitores o de cualquier otro ser querido, el abandono, la separación de los padres o un nuevo matrimonio. También el nacimiento de un nuevo hermano.

Para Isabel Menéndez Benavente, al fracaso escolar se puede llegar por una irregular escolaridad -traslado o constantes ausencias-, por el método de enseñanza del centro -o muy estricto o poco exigente-, la masificación de las aulas o el desconocimiento de técnicas de estudio adecuadas. “La figura del profesor -concluye- es básica. Todos conocemos a profesores que han marcado negativa o positivamente a sus alumnos”.

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