EEUU levanta la prohibición que impedía la entrada al país de extranjeros con Sida
Estados Unidos ha levantado una prohibición vigente desde hace 22 años que impedía a los extranjeros con sida o VIH entrar en el país norteamericano en el marco de las nuevas políticas del presidente Barack Obama para liderar la lucha internacional contra la enfermedad.
Los nuevos permisos entraron este lunes en vigor, según informó la cadena británica BBC, que señala que Estados Unidos albergará en 2012 una cumbre internacional sobre el sida. Washington retira de esta forma una iniciativa adoptada a finales de la década de los ochenta, en pleno pánico internacional por la enfermedad, y que le mantenía entre los doce países que vetaban la entrada a seropositivos.
La directora de la organización Equidad Migratoria, Rachel Tiven, explicó a la BBC que el paso dado por la administración norteamericana había sido solicitado durante años. “La Conferencia Mundial sobre Sida de 2012, que debe celebrarse en Estados Unidos, estaba en riesgo por culpa de las restricciones”, advirtió.
Obama anunció a finales de octubre el fin de la prohibición y lo calificó como “un paso que animará a la gente a hacerse las pruebas y a recibir tratamiento”. “Es un paso que mantendrá unidas a las familias y es un paso que salvará vidas”, subrayó. El presidente indicó que el proceso para revocar la prohibición comenzó durante el gobierno de su predecesor directo en el cargo, George W. Bush.
Obama señaló entonces que quienes tomaron la decisión de imponer la restricción hace 22 años se basaron “más en el miedo que en los hechos”.
El presidente dio la noticia tras firmar la Ley Ryan White de Ampliación del Tratamiento contra el VIH/sida, que ofrece asistencia a más de medio millón de estadounidenses.
Ryan White era un niño de trece años de Kokomo (estado de Indiana, noreste de Estados Unidos) que en 1984 contrajo el sida a través de una transfusión de sangre y que llegó a ser conocido en todo el mundo por su empeño en que se reconociese su derecho a ir al colegio. Murió en 1990, pero su madre, Jeanne, estuvo presente en el acto en que el presidente autorizó el levantamiento de la prohibición.