El fuego empaña las bodas de plata de la Suelta del Perro Maldito
Un incidente obligó la madrugada de este jueves a interrumpir la representación de la Suelta del Perro Maldito en el municipio grancanario de Valsequillo. El fuego, estrella siempre de las fiestas en honor a San Miguel, se convirtió en triste protagonista después de que uno de los actores que participaba en el espectáculo prendiese fuego al vestuario de un compañero. Cinco personas tuvieron que ser evacuadas después de que el zancudo cayese entre el público rodeado por una bola de fuego. La representación se suspendió inmediatamente, minutos después de haber comenzado. El Ayuntamiento dio por terminada la noche y suspendió el resto de actos previstos.
En su intento por evitar quemarse, el joven se quitó rápidamente parte del traje y éste cayó sobre el público, propagándose las llamas entre varias personas. Dos de los heridos, una señora mayor y una joven de unos 20 años, se encuentran en estado muy grave por las quemaduras, siendo probable que incluso tengan que ser trasladadas al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, especializado en atender a personas con quemaduras graves. Otras dos personas, el actor cuyo traje se prendió y otra, se encuentran en estado grave y otras dos resultaron con quemaduras de menor gravedad. Estas seis personas fueron trasladadas al Hospital Insular.
Además, otras 20 personas fueron atendidas entre los centros de salud de Valsequillo y de El Calero con heridas leves y una chica sufre una probable rotura de tibia y peroné tras sufrir una caída durante el incidente.
En total intervinieron durante el incidente las dos ambulancias básicas que se encontraban en la zona y cinco más, dos medicalizadas y tres sanitarizadas, que fueron avisadas sobre la marcha para que acudieran al municipio. Además, cabe resaltar la colaboración de médicos, enfermeros y técnicos de transporte sanitario que se encontraban entre el público y que de inmediato se desplazaron hasta el centro de salud para ayudar a atender a los heridos.
El grupo de gobierno, con el alcalde, Francisco Atta, a la cabeza, se personó en el centro de salud para interesarse por los heridos y se dio el aviso de que se suspendían no sólo los actos que restaban durante la noche -fuegos artificiales y verbena-, sino también los previstos para el jueves, como la tradicional feria de ganado.