Los expertos advierten sobre las picaduras de erizos y pulpos en las playas, además de las medusas
MADRID, 03 (EUROPA PRESS)
La llegada del verano, y la subida de las temperaturas aumenta el número de bañistas en las costas españolas y con ello el aumento de las picaduras por invertebrados.
Como explica en declaraciones a Europa Press el médico de Atención Primaria del centro de salud Lorca Sur y representante del grupo Preventivo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Diego Martí Hita, “la afección más común es la picadura de los celentereos (medusas). Estos animales se caracterizan por tener numerosos orgánulos defensivos (nemanocistos) que inoculan un líquido tóxico al contacto con la piel provocando erupciones en la piel, sensación de quemazón o urticaria”.
Las picaduras de medusas pueden ser de distintos tipos según la clase de celentereos. En el Mar Mediterráneo y en el Océano Atlántico, sus efectos son leves. La medusa típica que aparece en el Mediterráneo es la 'acalefo luminiscente'. Su picadura produce un síndrome neurotóxico que puede provoca parálisis de los músculos y vías respiratorias, siendo necesario acudir a los servicios de urgencia.
Este tipo de invertebrados puede producir efectos exagerados en los grupos mas vulnerables como son los niños, ancianos y personas alérgicas.
Sin embargo la picadura de la medusa carabela portuguesa, que contiene un componente tóxico superior, puede llegar a producir la muerte en determinados casos. Sus picaduras no son tan comunes ya que solo suponen un 5 por ciento de los caso producidos en España.
Como medida terapéutica ante la picadura de una medusa, el experto recomienda, lavar la herida con agua de mar o agua salada para poder eliminar los tentáculos que permanezcan en la piel. Acto seguido debemos de eliminar los tentáculos con pinzas o con guantes para evitar la infección. El personal sanitario recuerda no frotar la herida con arena o toallas para no diseminar las células urticantes y producir más reacción alérgica mayor.
Otra de las medidas ante estas picaduras consiste en aplicar pomadas antihistamínicas por parte de la los servicios de urgencia,
y tapar la zona afectada con una gasa, añade.
EQUINODERMOS Y CEFALÓPODOS
Martí también advierte de los peligros por las picaduras menos comunes de los equinodermos y los cefalópodos. En el caso de los primeros, también conocidos como erizos de mar, nos encontramos ante animales invertebrados que por sus características anatómicas causan lesiones en los pies por las espinas de su caparazón.
Las picaduras son debidas por las espinas y los pedifilios, pequeños órganos fijados a la cáscara compuestos por un brote con un abrilla calcárea con tres extremos que forman una glándula venenosa que inocua en la piel al pisarlo. Entre las distintas variedades de equinodermos encontramos, el erizo violeta, el erizo negro y el erizo común de mar de color marrón y negro azulado.
En caso de lesiones punzantes por los erizos, el doctor de Atención Primaria recomienda eliminar las púas que hayan quedado dentro de la piel, para evitar que se enquisten y formen un infección. Del mismo modo que con las picaduras de medusas, es recomendable lavar con agua salina o suero fisiológico y retirar los fragmentos con unas pinzas.
En ciertas ocasiones, algunas púas se pueden clavar en terminaciones nerviosas o estructuras articulares en cuyo caso debe realizarse cirugía en hospitales para solventar el problema.
La aplicación de emplastos a base de esencia de trementina, ácido acetil salicilico, durante 12 horas hace salir sus espinas y facilita su curación. La aplicación de una pomada o un antiséptico con una medicación tópica facilita que la picadura se cure en el transcurso de unos días, asegura Martí.
Las lesiones causadas por cefalópodos, especialmente los pulpos son las mas extrañas y las que menos casos producen. En el área mediterránea destaca el 'octopus vulgaris'. Su veneno da lugar a una situación de ardor y dolor y en ocasiones pueden provocar reacciones alérgicas. Martí aconseja lavar con agua del mar y aplicar antibioterapia cuando hay reacciones infecciosas y profilaxis antitetánica.
Entre las causas de una mayor aparición de estos invertebrados se encuentra la salinidad del agua, incrementada por la menor aportación de agua dulce por la sequía provoca un aumento del número de estos animales. Las zonas con mayor oleaje también presentan concentraciones mas elevadas que unido a la alteración de los ecosistemas son el resultado del aumento de medusas, pulpos y erizos.
Por último el doctor Martí recomienda no tocar bajo ningún concepto la medusas varadas en la arena, evitar las zonas rocosas y la utilización de protectores solares como métodos mas efectivos para evitar estas molestas picaduras.