El Gobierno italiano aprueba el decreto para impedir la muerte de Eluana
El Consejo de Ministros italiano aprobó este viernes, el mismo día de los médicos iniciaron el protocolo previsto para suspender la alimentación a Eluana Englaro -la mujer que lleva 17 años en estado vegetativo y sobre la que el Tribunal Supremo había autorizado suspender la alimentación asistida que la mantiene con vida- un decreto ley para impedir su muerte.
El primer ministro, Silvio Berlusconi, aseguró que no quería sentirse responsable del caso, motivo por el que su Gobierno ha decidido dejar la cuestión en manos del Parlamento. La familia esperara a la decisión del presidente de la República, Giorgio Napolitano, antes de pronunciarse.
El Gobierno decidió seguir con su estrategia para impedir la muerte de Englaro, a pesar de las dudas manifestadas al respecto por el presidente de la República, Giorgio Napolitano. De hecho, Napolitano envió una carta al Consejo de Ministros en la que explicaba las razones por las que se opone a la aprobación de este controvertido decreto. Entre ellas, sobresale el conflicto de poderes que genera, ya que impide el cumplimiento de una sentencia definitiva del Tribunal Supremo, que el pasado mes de noviembre autorizó la muerte de Eluana.
Finalmente y a pesar de las reticencias expresadas por Napolitano, el Consejo de Ministros aprobó el decreto por unanimidad, después de un largo e intenso debate, en el que los ministros que todavía no tenían claras las ideas acabaron de convencerse sobre la conveniencia de sacar adelante la medida. Según explicó Berlusconi durante la conferencia de prensa celebrada después del Consejo de Ministros, existen “los presupuestos de necesidad y urgencia” para aprobar el decreto.
Después de estudiar varios borradores, el decreto definitivo impedirá suspender la alimentación e hidratación a Eluana hasta que el Parlamento apruebe una ley sobre el testamento biológico. “A la espera de la aprobación de una completa y orgánica disciplina legislativa en materia del final de la vida, la alimentación y la hidratación en cuanto formas de apoyo vital, fisiológicamente finalizadas a aliviar los sufrimientos, no pueden ser suspendidas en ningún caso por parte de quien asiste a los sujetos incapaces de valerse por sí mismos”, detalla el texto.
Además de las numerosas asociaciones provida y católicas, los ministros recibieron el apoyo de un grupo transversal de parlamentarios, algunos de ellos pertenecientes al principal partido del centro izquierda (Partido Democrático) o al de los democratacristianos, que también está en la oposición.
Sin embargo, antes de entrar en vigor, el decreto deberá ser firmado por el presidente de la República, Giorgio Napolitano, que es el Jefe del Estado. A partir de entonces, el Parlamento tendrá 60 días para aprobar la ley.
Los abogados de la familia, explicaron a los medios de comunicación que esperarán a la decisión de Napolitano antes de pronunciarse sobre la decisión del Gobierno. Éste se convierte en el enésimo obstáculo con que choca Beppino Englaro, el padre de Eluana, en su batalla para legalizar la muerte de su hija.
Por su parte, el primer ministro, Silvio Berlusconi, aseguró que no quería sentirse responsable de la muerte de Eluana, motivo por el que su Gobierno ha decidido dejar la cuestión en manos del Parlamento. Tal y como él mismo expresó durante la conferencia de prensa, no intervenir en el caso de Eluana habría sido “omisión de socorro”. “Mi personal convicción es que si no hubiéramos hecho todos los esfuerzos por evitar la muerte de una persona en peligro de vida”, el Gobierno habría sido responsable de “omisión de socorro”, explicó el premier.
Desde la oposición, fueron múltiples las críticas que cayeron sobre Berlusconi, especialmente desde los partidos situados más a la izquierda, como el de los Radicales, que acusó al Gobierno de estar al servicio de la Iglesia católica. El líder de Italia de los Valores, Antonio Di Pietro, por su parte, consideró “inadmisible que el Gobierno anule una sentencia” que ya ha sido aprobada por el Tribunal Supremo.
El decreto llega el mismo día en que los médicos iniciaron el protocolo previsto para suspender la alimentación a Eluana. Ahora, el dilema lo tiene el presidente de la República, que todavía podría oponerse a la firma del decreto.