El Gobierno canario encarga un servicio de control de la culebra californiana en Gran Canaria
El Gobierno de Canarias ha encargado a la empresa pública Gesplan el servicio de control en Gran Canaria de la culebra real de California (Lampropeltis getula californiae), una especie invasora que resulta inofensiva para el hombre, pero que amenaza a los lagartos y reptiles autóctonos.
Según informa la Consejería de Política Territorial y Sostenibilidad en un comunicado, los trabajos que realizará Gesplan se centrarán en la captura de ejemplares a través de recorridos de búsqueda activa, con especial hincapié en los lugares más sensibles.
Los ejemplares capturados serán sacrificados, pero también etiquetados y analizados en laboratorio para recoger datos que ayuden a planificar acciones para hacer frente a esta especie.
Gesplan se ha encargado con anterioridad de la realización de estudios y acciones incluidas dentro del proyecto Life+ Lampropeltis, centrado en el análisis de la invasión de la culebra real de California, la valoración de su situación actual, los efectos negativos sobre la fauna nativa y la eficacia de los métodos de control de esta especie.
Concluida esa fase, el Gobierno de Canarias considera que es necesario “afrontar el control de la culebra real de California mediante el desarrollo y aplicación de técnicas y métodos que se han evidenciado más efectivas, además de aplicar las medidas de participación ciudadana que han evidenciado una elevada utilidad en el control de esta especia invasora”.
Gracias al sistema de alerta temprana del proyecto Life+ Lampropeltis se ha tenido conocimiento en los últimos meses de la presencia de otras especies, como la culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis), de la que se ha identificado al menos dos ejemplares en Gran Canaria.
La culebra de herradura es una especie de serpiente que se distribuye por las regiones mediterráneas del norte de Marruecos, Argelia y Túnez y tiene en la Península Ibérica su límite norte.
En Canarias, Ibiza y Formentera está considerada como especie exótica invasora y, aunque no es venenosa, representa un grave peligro para la fauna nativa, especialmente para los reptiles, apunta el Gobierno de Canarias.