Los peritos aseguran que el acusado no sufre trastornos mentales
Los forenses que hicieron el informe psicológico del joven acusado de asesinar a otro en la madrugada del día de Navidad de 2008 en la capital grancanaria han dicho este martes ante el tribunal que no sufre trastornos mentales pese a su perfil de drogodependencia al alcohol y la cocaína.
Los peritos forenses han advertido al tribunal de que desconocen el estado del presunto agresor en el momento de los hechos, si bien la tolerancia al alcohol de una persona debe ser muy alta para no estar afectada después de ingerir una botella y media de ron, fumar varios porros y esnifar cocaína en un espacio de una seis horas, como sostiene el acusado que hizo aquella noche.
En opinión de los forenses, lo normal es que ese consumo cause descoordinación e incluso provoque un estado de coma por intoxicación.
Así mismo, los forenses han declarado que, cuando efectuaron su informe psicológico en marzo de 2009, el joven acusado, Echedey Jesús Lorda, no tenía síndrome de abstinencia ni requería tratamiento, pues, pese a ser consumidor de drogas, no presentaba psicopatología alguna derivada de su consumo.
Los forenses médicos además han señalado que la víctima, Octavio Santos Valencia, presentaba una sola herida por arma blanca que le atravesaba “completamente el corazón”, por lo que fue profunda y causada con “intensidad”, además de que se efectuó paralela al suelo, lo que dificulta la defensa.
Las heridas causadas de ese modo en el tórax son de difícil defensa, ha insistido uno de los forenses, que ha señalado que su cadáver no presentaba heridas defensivas, al tiempo que otro de los médicos forenses ha indicado que en el acusado tampoco se le advirtieron heridas, salvo una en la palma de la mano izquierda causada por un arma blanca.
Esta herida, según los testigos que presenciaron la agresión, se la causó él mismo en su huida tras apuñalar a Santos Valencia, al coger el cuchillo por el filo, aunque el acusado en su declaración ayer ante el tribunal popular afirmó que se la provocó la víctima durante la pelea que mantuvieron como consecuencia de un trozo de hachís durante una fiesta organizada en la calle, en el barrio de San José.
Tras la declaración de los forenses, en la segunda jornada del juicio, las partes han elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, por lo que la fiscal Evangelina Ríos mantiene la petición de una pena de 18 años de prisión por un delito de asesinato y una indemnización de 250.000 euros para los dos hijos menores del fallecido.
Las acusaciones particulares también han mantenido sus penas iniciales, al igual que el abogado de la defensa, quien califica los hechos como un delito de homicidio con el atenuante de estar bajo los efectos de las drogas, por lo que el jurado previsiblemente comenzará esta tarde a deliberar sobre el objeto del veredicto.