El proyecto Life devuelve a Gran Canaria las palomas rabiches, con mil hectáreas más de bosque de laurisilva
El programa europeo Life para la reintroducción de la paloma rabiche en Gran Canaria ha conseguido en cinco años que esta ave recolonice una isla de la que desapareció hace más de un siglo, dejando como balance adicional la plantación de mil nuevas hectáreas de bosques de laurisilva.
Este proyecto de la Consejería de Medio Ambiente de Gran Canaria ha contado con la colaboración del Cabildo de La Palma, que donó las primeras parejas progenitoras, el Gobierno canario, la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, que ha cedido 400 hectáreas para reforestar el bosque de Doramas, y la Universidad de La Laguna, además de los ayuntamientos de Teror, Valleseco, Moya, Arucas y Firgas.
Según los datos presentados este miércoles por el consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Ángel Rodríguez, en estos cinco años se han liberado en el norte de la isla 261 ejemplares de esta especie endémica de Canarias y se ha comprobado que otras 125 han nacido ya en libertad: 20 en 2015, 40 en 2016 y 65 el año pasado.
Los 1,4 millones de euros gastados en este programa, aportados a partes iguales por la Comisión Europea y el Cabildo, han permitido además recuperar buena parte del bosque de laurisilva de la isla con la plantación de unos 175.000 árboles de 19 especies, entre ellas el casi desaparecido sauco, aunque las operaciones de limpieza de zarzas y helechos elevaron la cifra final a casi 200.000 ejemplares de monteverde.
Gracias a este esfuerzo, Gran Canaria tiene hoy el doble de superficie de bosques de monteverde que cuando se planteó el reto de recuperar la paloma rabiche.
El consejero ha adelantado que el Cabildo afrontará en solitario los gastos del denominado post Life, que durará otros cinco años, en el que se realizará un seguimiento a la población de la rabiche y se seguirá reforestando el bosque de Doramas, sin descartar que se llegue a la cifra de 400.000 árboles plantados que contemplaba inicialmente el proyecto, y que contará con un presupuesto de 260.000 euros anuales.
Asimismo, Rodríguez ha desvelado que “ahora será más fácil” reintroducir en la isla la otra paloma endémica de Canarias, la turqué, ya que el Cabildo dispone de “los conocimientos e instalaciones de cría” necesarios en la finca de Osorio, además de un bosque de monteverde más repoblado, por lo que se “trabajará también por una especie cuyo último ejemplar se vio en 1950 en Teror”.
El director del programa, Francisco Santana, ha apuntado que el Life planteaba inicialmente la suelta de 120 ejemplares de rabiche, por lo que ha clasificado de “éxito” la liberación de 261 aves y, asimismo, el nacimiento de otras 125 en libertad, una cifra que se apoyará con nuevas sueltas durante el próximo quinquenio.
Ha destacado, asimismo, que el seguimiento de las poblaciones se realiza mediante técnicas de avistamiento y con ayuda de los transmisores colocados en parte de las palomas liberadas (el 10 %),que facilitan una información precisa sobre el hábitat, la movilidad y los nuevos núcleos de asentamiento de la especie.
Santana ha subrayado que de forma paralela a esta actuación se ha restaurado, ampliado y mejorado el hábitat de bosques de lausilva de la isla, en la que ya existía una amplia presencia de laurel y donde ahora se han plantado casi 175.000 ejemplares de faya, brezo, madroño, viñátigo, barbusano, acebiño, palo blanco, follao, mocán y otras especies, nacidos en el vivero del Cabildo en Osorio.
En total, se han plantado unos 800 árboles por hectárea en el barranco de la Virgen (560 hectáreas), barranco Oscuro (33,4) y Azuaje/Osorio (457).
La representante de Gesplán, empresa dependiente del Gobierno canario, Beatriz Santana, y el de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, Yeray Hernández, se han congratulado por los resultados obtenidos por este proyecto Life, que ha duplicado la masa de monteverde de la isla, y que han calificado de “tesoro biológico esencial” para la recuperación de los recursos hídricos.