El 'síndrome del quemado' afecta más a las mujeres que a los hombres
Las mujeres trabajadoras tienen peores condiciones de empleo que los hombres, sufren más precariedad laboral y salen peor paradas en el reparto de roles. Esta es una de las razones por las que UGT reclama a las empresas que adopten una serie de buenas prácticas, como puede ser fomentar la transparencia organizativa, compatibilizar las exigencias de trabajo con las responsabilidades externas de las personas, o promover la estabilidad en el puesto de trabajo.
Los riesgos a los que están expuestos hombres y mujeres en el trabajo son distintos, ya que en las funciones productivas suelen tener funciones diferentes. Así, sectores como el textil, la sanidad o el de los teleoperadores -sobre todo éste último- están desarrollados fundamentalmente por mujeres. En estas actividades se realizan muchos movimientos repetitivos, trabajos monótonos y de poca creatividad.
Ese tipo de tareas, unido a otros factores laborales -peores condiciones laborales, más precariedad y, en muchos casos, asumir la mayor parte de las tareas domésticas y atención y cuidado de familiares- conduce a las mujeres a situaciones de mayor riesgo que los hombres a la hora de padecer estrés laboral o el llamado sindrome del quemado. En este sentido, el sindicato recuerda que la integración de la igualdad de oportunidades es una indicación recogida en la estrategia Comunitaria de Salud y Seguridad en el Trabajo para el 2007-2012.
Por todo ello, UGT solicita a los empresarios fomentar la participación de las mujeres para que comuniquen los riesgos a los que están sometidas, a la vez que reclama una serie de prácticas posiivas que beneficien a la totalidad de los trabajadores, entre ellas: fomentar el trabajo en equipo, comprobar que las exigencias laborales sean compatibles con las capacidades y recursos de los empleados, o elaborar códigos éticos de comportamiento a través de la negociación colectiva que eviten situaciones que puedan generar estrés, como el acoso moral o el sexual.
También proponen promover la estabilidad en el puesto de trabajo, diseñar los horarios de trabajo para compatibilizarlo con responsabilidades externas al mismo, fomentar la transparencia organizativa o crear oportunidades para la interacción social.