El timo de las cartas nigerianas
La Policía ha desarticulado una banda de timadores nigerianos que podría haber estafado, gracias a una nueva variante del tocomocho, unos 170 millones de euros a miles de víctimas, en su mayoría de nacionalidad estadounidense, entre los que se encuentra un obispo anglicano que ha perdido 18.000 euros.
La operación, en la que han sido detenidas 87 personas en distintos municipios de la Comunidad de Madrid y puesta en marcha en coordinación con el FBI, comenzó en mayo de 2007 cuando se detectó en la estafeta de correos del aeropuerto de Barajas un envío masivo de cartas idénticas a direcciones de ciudadanos extranjeros.
Según ha informado la Policía, los arrestados remitían cada día unas 15.000 cartas en las que comunicaban al estafado que le había tocado un premio de lotería en España y que, para hacerlo efectivo, debía pagar inicialmente unos 900 euros en concepto de tasas e impuestos.
Las misivas, escritas en un inglés con incorrecciones gramaticales y con los sellos y anagramas de organismos españoles burdamente escaneados, explicaban a las víctimas que el premio les había recaído de forma aleatoria gracias a una promoción especial de las loterías españolas en el extranjero.
La organización conseguía los datos personales de los estafados consultando los listines telefónicos y otras bases de datos de fácil acceso en Internet.
La Policía calcula que el fraude era rentable sólo con que uno de cada mil posibles objetivos cayera en la trampa.
Las víctimas, al menos 1.500 ciudadanos estadounidenses y de otros países de la UE, proceden de todos los estratos económicos y culturales, como un obispo anglicano que había pagado a la banda 30.000 dólares -algo más de 18.000 euros- antes de darse cuenta del engaño.
También los había que pedían créditos para hacer frente a los pagos que les reclamaba la banda, u otros que, sin fiarse demasiado, viajaban a España para cerrar el trato.
Se ha dado el caso de que, a su llegada al aeropuerto, la Policía ha alertado al incauto de que estaba siendo estafado, y éste ha hecho oídos sordos pensando que los agentes querían quedarse con el dinero.
Incluso ha habido estafados que han demandado a las autoridades españolas por negarse a hacer efectivo el supuesto premio.
En los más de 39 registros efectuados en los últimos tres días, la Policía se ha incautado de más de 60.000 cartas listas para ser enviadas, ordenadores, impresoras y cientos de teléfonos móviles.
La banda también tenía en su poder una maleta repleta de billetes falsos de 100 dólares, que era utilizada como el “último gancho” para las víctimas más desconfiadas que se presentaban “in situ” para cobrar el boleto agraciado.
Todavía hoy, algunos de los teléfonos intervenidos a los timadores seguían sonando sin parar con llamadas de estafados reclamando el pago de sus premios.
Esta nueva modalidad del “tocomocho” tiene también una variante conocida como el timo de las “cartas nigerianas”, en el que personas que se presentan como representantes del Gobierno o instituciones paraestatales de Nigeria aseguran tener grandes sumas de dinero que quieren sacar del país.