Un niño trabajador sufre cada minuto un accidente, enfermedad o trauma psicológico relacionado con su labor, según OIT
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Un niño trabajador sufre cada minuto un accidente, enfermedad o trauma psicológico relacionado con su labor, según el informe 'Niños en trabajos peligrosos: Lo que sabemos, lo que debemos hacer' de la Organización Mundial del Trabajo (OIT).
Con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil que se celebra el domingo, esta organización ha pedido a los gobiernos tomar “medidas urgentes” para erradicar el trabajo infantil peligroso que en este momento afecta a unos 115 millones de niños en todo el mundo.
Además de los accidentes, el informe también recuerda que si bien el número total de niños entre 5 y 17 años en trabajo peligroso declinó entre 2004 y 2008, el número de niños entre 15 y 17 años aumentó en 20 por ciento, de 52 a 62 millones.
El nuevo informe recomienda insistir en los esfuerzos por garantizar que todos los niños reciban educación al menos hasta cumplir la edad mínima de empleo, y solicita a los países que establezcan una lista de los trabajos peligrosos.
Asimismo, destaca que es necesario ocuparse de los niños que han cumplido la edad mínima para el empleo pero que están en situación de riesgo en el lugar de trabajo ya que, a su entender, deberían tener acceso a capacitación y organización que les permita asumir mejor cuáles son sus riesgos, sus derechos y sus responsabilidades.
“IMPACTO ESPECIALMENTE FUERTE” EN NIÑOS
El informe añade que la exposición a situaciones peligrosas tiene un impacto “especialmente fuerte en los niños, cuyos cuerpos y mentes aún están desarrollándose incluso cuando son adolescentes”. Además, destaca que el problema de los niños en trabajos peligrosos no está limitado a los países en desarrollo, al haber “evidencias” en Estados Unidos y en Europa del “alto grado de vulnerabilidad” de los jóvenes a accidentes en el lugar de trabajo.
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23 años de cárcel
En Canarias Ahora podemos atestiguar que el Lawfare existe. Lo vivimos de cerca entre 2015 y 2022 cuando informamos con todo detalle de cómo el exministro José Manuel Soria (PP) y el exjuez Salvador Alba conspiraron para acabar con la carrera política y profesional de la magistrada Victoria Rosell (Podemos). Y lo volvemos a vivir ahora con el intento de Alba de vengarse en la persona del director de nuestro periódico, Carlos Sosa, tras haber sido descubierto, juzgado y condenado a los tres delitos más graves que puede cometer un juez (cohecho, prevaricación y falsedad en documento judicial) a seis años y medio de prisión y 18 de inhabilitación.
Con la ayuda de una jueza de Madrid que ha desoído incluso al Ministerio Fiscal, Alba ha conseguido que Carlos Sosa se siente en el banquillo para responder a una petición de 23 años de prisión y a una indemnización de 422.500 euros simplemente por haber informado con todo rigor de sus delitos y de sus trapisondas para eludir la acción de la justicia.
“Gobiernos, empleadores y trabajadores deben unir fuerzas para liderar el diseño y la aplicación de políticas y acciones destinadas a erradicar el trabajo infantil”, ha explicado el director general de la OIT, Juan Somavia.
El año pasado la OIT publicó un Informe Global sobre Trabajo Infantil en el cual advertía que se estaban debilitando los esfuerzos por combatir las peores formas de trabajo infantil y que la crisis económica podría detener el avance hacia la meta de su erradicación para el 2016.