La UE y África se comprometen a cooperar en migración
La UE y África intentarán comprometerse en la reunión ministerial de Trípoli para colaborar de manera más estrecha en la cuestión de la migración, con la idea de que este fenómeno sea a la vez un desafío y una oportunidad para ambos continentes.
Los ministros europeos y africanos responsables de Desarrollo, Interior y Exteriores tienen previsto firmar una declaración conjunta UE-Africa, orientada hacia la acción y dotada de un mecanismo de seguimiento, sobre el abanico de asuntos relacionados con la migración, según informaron fuentes de la Comisión Europea (CE).
El documento trata, entre otros puntos, la migración legal e ilegal; la relación de los flujos migratorios con el desarrollo; la protección de los refugiados y las problemáticas más amplias de la paz, la seguridad y los derechos humanos.
De esta manera, pretende promover la cooperación entre los países de origen, transito y acogida de inmigrantes a fin de lograr una mejor gestión del fenómeno de la migración de manera global.
Además de la firma de una declaración conjunta, la conferencia tiene previsto adoptar un plan de acción de lucha contra el tráfico de seres humanos y, más en concreto, de mujeres y niños, en el marco del fenómeno de la inmigración.
La UE aboga por un enfoque global de la inmigración que tenga en cuenta las tendencias y realidades, así como los vínculos entre la migración y otros temas económicos, sociales, políticos y humanitarios.
A pesar de que la mayoría de los movimientos migratorios ocurren dentro del propio continente africano, también hay una creciente presión por los flujos migratorios hacia los países desarrollados.
Por eso, la gestión de la migración se ha convertido en uno de los mayores desafíos para los estados africanos y también para los países desarrollados, especialmente los europeos y la UE.
Las causas fundamentales de la emigración de ciudadanos africanos son la pobreza y el subdesarrollo, agravados a nivel mundial por los desequilibrios demográficos y económicos, los conflictos, los factores medioambientales, el mal gobierno, así como por el impacto desigual de la globalización y las catástrofes humanitarias.
La reunión euro-africana de Trípoli es la continuación de la conferencia ministerial sobre desarrollo y migración del pasado 10 y 11 de julio en Rabat (Marruecos) y se enmarca en la estrategia europea global para África.
Esta estrategia prevé acciones de cooperación en ámbitos como la seguridad, los derechos humanos, la lucha contra las pandemias y la emigración a fin de combatir el subdesarrollo en el continente y lograr los Objetivos del Milenio de la ONU, que pretenden reducir a la mitad la pobreza en el mundo para 2015.
La UE, el mayor donante mundial de ayuda al desarrollo y mayor socio comercial de los países más pobres, busca una solución que sea beneficiosa para ambos continentes y que reside en el principio de la responsabilidad compartida.
Además, está convencida de que las migraciones no deben abordarse solamente dentro del marco de la seguridad, sino que tienen que integrarse en una estrategia más amplia del desarrollo.
Para ello, la UE se ha comprometido a destinar para 2010 el 0,56% de su PIB a la cooperación al desarrollo, con lo que pasará de 44.000 millones de euros anuales en 2006 a 66.000 millones en 2010.
De estos 22.000 millones adicionales, la mitad irá destinada a los países africanos más pobres.
La UE también prevé un incentivo de 3.000 millones de euros entre 2008 y 2013 para premiar las iniciativas de buen gobierno en los países de ACP (África, Caribe y Pacífico).
Esta iniciativa responde a que la Unión considera al buen gobierno como una condición primordial para el desarrollo, idea que los países africanos comparten largamente, según quedó claro durante las Jornadas Europeas de Desarrollo de la semana pasada en Bruselas.