Vuelve a entrar agua en el pozo tras la rotura de la bomba
La rotura a última hora de la tarde de este jueves de la bomba que extraía agua del pozo en el que se encontraron unos restos óseos cuando se buscaba a Sara Morales, desaparecida en Gran Canaria desde 2006, ha complicado aún más las tareas para recuperar estos huesos.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han explicado a los periodistas que no se puede calcular cuándo volverá a estar operativa la máquina, si bien han precisado que las tareas de búsqueda no se interrumpen pero sí pueden verse dificultadas al volver a entrar agua en el pozo.
El pozo cuenta con dos galerías por las que entraba agua y se había conseguido sellar una de ellas, aunque la otra sigue abasteciendo el pozo.
El pozo está en el interior de una casona abandonada del siglo pasado que primero fue una finca de explotación agrícola y en los años ochenta fue utilizada para trabajos relacionados con la construcción, según han indicado vecinos de Jinámar.
La zona donde se han hallado estos restos es uno de los “puntos” marcados por la investigación que lleva a cabo la Policía Nacional para tratar de localizar a Sara Morales, que tenía 14 años cuando desapareció.
La búsqueda en este pozo se realiza después de que acabaran sin éxito la tareas que se llevaron a cabo la semana pasada en un solar situado en las inmediaciones de un centro comercial de las afueras de Las Palmas de Gran Canaria a petición de la madre de la niña, Nieves Hernández.