La zona del origen del incendio ''es poco transitada''
El consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Juan Salvador León, ha asegurado hoy que la zona donde comenzó ayer el incendio forestal en Fontanales (Moya) que calcinó cuatro hectáreas “es poco transitada” y “no próxima a pistas forestales”.
León, en declaraciones a la Cadena Ser, afirmó que en estos momentos el personal de la Consejería así como el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil trabajan en la investigación que permita esclarecer las causas que originaron el fuego.
“No es una zona habitual”, insistió el responsable de Medio Ambiente, que confió en que las pesquisas que se lleven a cabo permitan averiguar qué pudo ocurrir. El fuego todavía no se da por extinguido, aunque sí por controlado, por lo que en el área permanece un retén “enfriando” los rescoldos.
El consejero insular destacó la “rapidez de respuesta” de los medios contraincendios, en especial, de los aéreos. En total, trabajaron dos helicópteros del Cabildo con base en Artenara, un tercero dependiente del Gobierno de Canarias y un Kamov ?de gran capacidad- procedente de Los Rodeos y contratado por el Ministerio de Medio Ambiente.
Asimismo se desplazaron hasta el lugar del fuego efectivos de Protección Civil de Guía, Telde, Valleseco, Teror y Moya, así como dos unidades Presa y dos unidades Bravo del Cabildo insular. Además se movilizaron efectivos del Consorcio de Bomberos de Arucas y Arigana en previsión de que las llamas fueran a más, “pero finalmente no fueron usados”.
El incendio comenzó en torno a las 12:00 horas del mediodía en la zona del Montañón Negro, cuando desde el puesto de vigilancia de Pinos de Gáldar se divisó humo. Paralelamente, dos cazadores que estaban próximos al área dieron la voz de alarma. El fuego se dio por controlado más de cuatro horas después.
“Suerte”
Juan Salvador León ha reconocido que, junto a “efectividad” de los servicios contra incendios, la “suerte” corrió a favor de la extinción, dado que a pesar de que la temperatura era alta y la humedad relativa baja, “corría una brisa suave del este que contenía la propagación”.La orografía de la zona “era complicada”, por lo que en caso de que el viento hubiera soplado con fuerza hubiera dificultado, según explicó, poder haber controlado las llamas.