Un concejal del PSOE denuncia un “chantaje continuo” en Tacoronte
El concejal del PSC-PSOE en el Ayuntamiento de Tacoronte (Tenerife), Carlos Medina, ha pedido al resto de miembros de la corporación municipal que actúen con responsabilidad porque en la institución hay un “chantaje continuo” en el que priman las venganzas.
A su vez, recordó que el actual mandato en el Ayuntamiento de Tacoronte se comenzó con un pacto entre los siete concejales de Coalición Canaria (CC) y los seis del PSC-PSOE, con el nacionalista Álvaro Dávila como alcalde, mientras que la oposición la formaron seis ediles del PP y uno de Alternativa Sí se Puede.
En mayo de 2012 Carlos Medina fue cesado por presiones de la agrupación local del PSC-PSOE y varios meses después las diferencias entre los cinco concejales socialistas que formaban parte del grupo de gobierno y los siete de CC se produjo una situación de inestabilidad.
Esa situación derivó en una moción de censura que presentaron los cinco concejales del PSOE y los seis del PP, los primeros de los cuales fueron expulsados de su partido, y en noviembre de 2012 la moción de censura que había triunfado contra Álvaro Dávila fue revocada por los tribunales y ratificada esa decisión por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
En la actualidad Coalición Canaria gobierna en minoría con Álvaro Dávila como alcalde, mientras que el resto de la corporación lo forman seis concejales del PP, cinco no adscritos (los expulsados del PSOE, uno de Alternativa Sí se Puede, y uno del PSC-PSOE.
Carlos Medina es el único edil socialista y ha asegurado que en la corporación se ha generado un “chantaje continuo” y una situación que en su opinión debería dar vergüenza a los concejales, a quienes, añadió, les da igual lo que les digan desde las direcciones de sus partidos.
En el Ayuntamiento de Tacoronte se vive una “guerra continua y sólo por el ego” afirmó, al tiempo que recordó que esta corporación ha vuelto a ser noticia por el hecho de que el alcalde ha sido imputado por diversos delitos.
El alcalde de Tacoronte, Álvaro Dávila, está imputado por presuntos delitos de prevaricación administrativa, tráfico de influencias y cohecho, tras una querella presentada por el PP y por la anterior interventora de la corporación Al respecto, no entra a evaluar las decisiones judiciales pero sí cree que esa imputación ha servido para ahondar en la crispación municipal y para impedir que se llegue a acuerdo alguno en los plenos.
“No hay altura política y las cuestiones personales se llevan al salón de pleno”, afirmó Carlos Medina, quien no quiere tomar partido por nadie, si bien lamentó el bajo perfil de la mayor parte de la oposición y el hecho de que continuamente y por diferencias personales desde la moción de censura impiden que haya mejoras.
Como ejemplo de la dificultad para llegar a acuerdos explicó que en el último pleno municipal no fue posible acordar la cesión de un terreno municipal al campo de golf para que éste pudiera organizar campeonatos internacionales, algo que, agregó, beneficiaría al pueblo. Medina insistió en pedir responsabilidad a los concejales del Ayuntamiento de Tacoronte para no aumentar el descrédito de los ciudadanos hacia los políticos, y recordó que no se ejerce la actividad política para enfrentarse en batallas judiciales.