Los pediatras de Tenerife premian una investigación de profesionales del Hospital de La Candelaria
La Sociedad Canaria de Pediatría de Santa Cruz de Tenerife ha concedido el premio Dr. Diego de Guigou y Costa al estudio Fenotipo Clínico de las enfermedades de la cadena respiratoria mitocondrial realizado en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria.
Coordinado por la doctora Rosario Duque, especialista de la Unidad de Neurología Infantil del Servicio de Pediatría, también participaron en este trabajo los doctores Isabel Carnicero Duque, Lucía Martín Viota, Mario García Conde, Jéssica Expósito Escudero, Victoria Castro-López y Santiago López Mendoza.
Según informa la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, la entrega del premio tuvo lugar durante la apertura del curso de la Sociedad Canaria de Pediatría de Santa Cruz de Tenerife, institución que además de reunir a los profesionales médicos de esta disciplina, promueve entre sus miembros el interés por el estudio y la investigación de temas de ámbito pediátrico de cuyos resultados puedan beneficiarse los niños.
Se trata de un trabajo inédito que además será publicado en la revista Canarias Pediátrica.
“Es un estudio complejo que analiza la sintomatología que presentan las citopatías mitocondriales. Las mitocondrias son partículas del citoplasma de la célula y tienen la misión de formar energía para poder crecer, movernos, en definitiva, vivir. Cuando existe déficit enzimático en estos complejos, se desarrollan las llamadas citopatías mitocondriales”, señala Rosario Dugue.
Según explica, son enfermedades difíciles de diagnosticar “porque puede dar cualquier síntoma del sistema nervioso, por ejemplo, hipotonía, retraso psicomotor, miopatía o una encefalopatía”. Pero estos síntomas también pueden aparecer en los déficit de otros complejos, por lo que el diagnostico clínico se complica, subraya.
Lo que se ha pretendido, añade Dugue, es averiguar si cada citopatía tiene unos rasgos clínicos determinados en más del 50 % para que el pediatra o el neurólogo puedan sospechar, y por tanto diagnosticar, con el fin de que los niños se beneficien del tratamiento, ya que hay poca bibliografía publicada hasta el momento.