Disipando las dudas de Clavijo

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha dicho esta semana que tiene “dudas” sobre si es buena idea cerrar el CIE de El Matorral en Fuerteventura porque tenemos una crisis con la llegada de inmigrantes. A la postura de Clavijo se sumó el portavoz del PP en el Cabildo de Fuerteventura, Claudio Gutiérrez, que se niega a cerrarlo debido a la “oleada de inmigrantes que se prevé”. Si el presi tiene dudas vamos a disiparlas.

Igual Clavijo ha estado muy despistado con su visita a Texas, los casos de asesores enchufados o el cierre de la refinería de Santa Cruz anunciado en etapa preelectoral junto a José Manuel Bermúdez y Carlos Alonso. Igual es que los periodistas lo pillaron en un descuido. Igual él no quería decir lo que finalmente dijo, pero, oye, el caso es que “las dudas” y “la oleada” del portavoz del PP coinciden.

Vamos a situarlo. El Centro de Internamiento para Extranjeros situado en Fuerteventura lleva sin recibir internos desde mayo del 2012 o, lo que es lo mismo, ha estado cerrado y recibiendo financiación a puertas abiertas. Esto Cospedal lo llamaría una “financiación en diferido”.

Dicho de otro modo, el CIE de Fuerteventura no ha estado cumpliendo su función principal: encerrar a personas extranjeras indocumentadas durante 60 días para luego proceder a su expulsión. Es comprensible que a Clavijo y a Gutiérrez les preocupe mucho la inmigración, es decir, la llegada de personas extranjeras pobres. En Coalición Canaria y en el Partido Popular solo preocupan los extranjeros pobres; la llegada de extranjeros ricos la celebran. Ya saben, por eso del aumento del turismo y del sector servicios.

Mientras que Clavijo criticaba la decisión del ministro del Interior, Grande Marlaska, de forma sutil, el portavoz del PP ha señalado que esa decisión choca con la “política de gestos” de Pedro Sánchez. Dice Gutiérrez que si cerramos los CIE no entiende cómo vamos a gestionar la “oleada” que se avecina. Es cierto que lo que ha hecho Marlaska ha sido matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, ha cerrado un CIE sobre el que pesan serias sospechas por un desfase presupuestaria. Y por otro lado, ha limpiado su mala reputación sobre esa frase que dijo acerca de la “no vulneración” de derechos humanos dentro de los CIE.  

Sin embargo, no debemos olvidar que en Canarias hay otros dos CIE, uno en Tenerife (Hoya Fría) y otro en Gran Canaria (Barranco Seco). En ninguno de los dos se está llegando a su máxima ocupación. En Canarias no se está viviendo un drama como el que sucedió en 2006 y, en caso de que llegasen extranjeros, serían ubicados en los otros dos CIE.

El presidente del Gobierno de Canarias debería mostrar empatía y no “dudas” por las personas internas en los CIE canarios. Todos los CIE que hay en España deberían estar cerrados, pues existen alternativas. Ninguna persona merece estar privada de libertad por marcharse de su país, ya sea por cuestiones económicas o por una cuestión de asilo. Ante esto no hay dudas. Se llaman CIE, pero son cárceles para extranjeros.